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Grupo IMPAR

Estudiantes, 78; Clesa Ferrol, 77

"Poder es poder" reza el dicho popular que ayer Estudiantes convirtió en máxima de su juego ante el Clesa Ferrol. La Liga de baloncesto ha dejado de ser definitivamente un monocorde concierto a dos voces para convertirse en un recital multitudinario y polifónico. No todo fue fácil para el equipo estudiantil, que empezó arrollando con un 10 a 0 a su favor hasta que la salida del base Vicente Gil por su tercera personal y la aparición de un negro llamado Davis dejaron sentado que el duelo tendría que decidirse por resistencia al final de los 40 minutos. Estudiantes, que llegó a tener un 34-21 a su favor a falta de seis minutos y segundos, tuvo que conformarse con un 42-37 en el meridiano del partido.

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En el segundo período volvió Vicente Gil a la dirección de la orquesta estudiantil. El duelo, con los demás jugadores a la expectativa, iba a derivar en el clásico triángulo: el formado por Davis y el resucitado Colling, por el Clesa, y Russell, por el Estudiantes. La labor de este último en ataque decidió el choque. Al final, ganó Estudiantes por un solo punto para demostrar que en el baloncesto español se acabaron las ofertas de rebaja.

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