Irán podría haber paralizado la compra de productos españoles

El Ministerio de Comercio de Irán podría haber dado orden hace unos días para que quedaran paralizadas las compras de productos españoles, como consecuencia de un incidente en el que se vio implicado el agregado comercial de España en Teherán, Jaime Vereda. Por el momento se desconocen todavía todos los detalles concretos de este hecho, y ayer mismo estaba previsto que se entrevistara en la capital iraní el embajador español con el subsecretario de Asuntos Exteriores de ese país.Tanto un portavoz de la oficina de información diplomática del Palacio de la Trinidad, como el propio Luis Velasco, secretario de Estado de Comercio, reconocieron la veracidad del incidente, aunque desmintieron que se hubiera declarado persona non grata al agregado comercial español, en Teherán, y se le hubiera dado un plazo mínimo de horas para abandonar el país, como se había señalado a este periódico en otras fuentes.

El incidente se produjo, según señala el propio Luis Velasco, en el momento de realizar las reservas de unas superficies para el pabellón español en la Feria Internacional de Teherán, que se está celebrando durante estos días. Flube, una reserva de 200 metros cuadrados que fue adjudicada por partida doble al pabellón español y a otro, lo que al parecer, origino la discusión y el incidente posterior. Aunque no ha podido conocerse su contenido, el agregado comercial español habría pronunciado unas palabras sobre la capacidad de organización de la, feria, que resultaron molestas para las autoridades iraníes, según se reconocía en la propia oficina de información diplomática.

Casi de forma inmediata, se produjo la reacción "de algunas zonas del Ministerio de Comercio iraní", que habrían dado la orden de que se paralizara la compra de productos españoles. El secretario de Estado de Comercio, resalta que existen todavía muchos detalles sin concretar sobre este incidente, cuyos efectos potenciales está intentado minimizar el propio embajador español en Irán. "Al parecer", recalca Luis Velasco, la reacción de prohibir la compra de productos españoles se ha producido en algunas zonas del Ministerio de Comercio iraní -la decisión fue adoptada, según todos los indicios, por el viceministro de Comercio-, aunque se subraya que nadie en la embajada española en Irán, ha visto la nota formal en la que se comunique oficialmente tal prohibición. Este hecho, según el secretario de Estado español, era desconocido en el Ministerio de Asuntos Exteriores irani.

Nada más tenerse constancia de este incidente -ocurrió hace cinco o seis días- se desplazó inmediatamente a Tcherán el director general del INFE (Instituto Nacional de Fomento a la Exportación), Juan Ignacio García Blanco, para intentar intervenir en la solución de este problema. El INFE es la institución encargada de fomentar la presencia de exportadores españoles en diversas ferias internacionales, proporcionando asesoramiento técnico e incluso subvenciones para pagar una parte de los gastos de viaje. La balanza comercial entre España e Irán es claramente favorable al país asiático, debido esencialmente a la gran cantidad de productos energéticos que nos exportan. Según los últimos datos de la dirección general de aduanas, el pasado año España realizó compras procedentes de Irán por un valor total de 255.906 millones de pesetas, en tanto que nuestras exportaciones a ese país ascendieron a 58.625 millones de pesetas.

En 1982 nuestras ventas habían sido de 36.659 millones de pesetas, mientras las compras procedentes de Irán supusieron 119.563 millones de pesetas, particularmente procedentes del petróleo. Las ventas españolas se han centrado especialmente en vehículos, productos siderúrgicos, vidrio, así como algunas obras de construcción realizadas por empresas españolas.

Desde el triunfo de la revolución islámica España ha incrementado globalmente las relaciones con Irán, que no han sufrido prácticamente ningún sobresalto durante este tiempo.