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Comienza la 'era Beckenbauer' tal como acabó la de Derwall

La era Beckenbauer de la selección de la República Federal de Alemania no pudo empezar peor para el ex líbero conocido como el Kaiser (Emperador) Franz. Argentina ganó el miércoles por 1-3 a la RFA en Düsseldorf` y dio un auténtico recital a los ex campeones mundiales y de Europa, que a ratos fueron bailados por los argentinos. La gestión de Derwall acabó como se ha iniciado la de Beckeribauer, con un desconcierto absoluto.El partido contra Argentina puso de manifiesto que ni el Kaiser puede hacer milagros, porque "de donde no hay no se puede sacar". La crisis del fútbol de la RFA viene ya de hace tiempo, y sólo el espejismo del subcampeonato en el Mundial de España sirvió para enmascarar la realidad. Un nuevo equipo argentino, sin figuras, en el que todos juegan para todos, con unas variantes tácticas y posicionales que le hacen absolutamente imprevisible, porque jugaban con seis hombres en el centro del campo y sin unos delanteros fijos, volvieron locos a los defensas alemanes, que no sabían qué hacer ante lo que se les venía encima.

Beckenbauer dijo al final del partido que no le había sorprendido la selección argentina, y que había explicado varias veces a sus hombres cómo jugaban, pero no sirvió de nada. El genial líbero, que jugó 103 partidos con la selección de la RFA, contemplaba impasible desde el banquillo, con gesto entre soberano y grave, cómo el centro de su defensa -Jacobs, del Hamburgo, y Bruns, del Borussiaeran incapaces de contener a los delanteros argentinos, que se colaban una y otra vez, y que aunque ya metieron dos goles en la primera parte, pudieron haber hecho varios más.

El nuevo técnico de la selección de la RFA cambió bastante al equipo, respecto a la alineación del último Campeonato de Europa. Dio entrada a los jóvenes Frontzeck, defensa izquierdo del Borussia, y al centrocampista Falkenmayer, del Francfort, y entregó la dirección del juego al veterano Félix Magath, 31 años, que había sido postergado por Derwall.

Además, Beckenbauer sentó en el banquillo al madridista Stielike, que sólo salió en el segundo tiempo, como centrocampista, por la lesión del delantero centro Voeller, que obligó a un cambio de líneas tras el descanso.

Magatz no estuvo mal, pero ante el tupido centro del campo argentino, con seis hombres, perdió la batalla por el mando en esa zona. En la delantera, Beekenbauer tuvo que renunciar a Karl Heinz Rummenigge, que, sin todavía empezar la Liga, ya notó las caricias de las defensas del Calcio italiano y tiene un dedo roto. Sin Rummenigge, y Voeller lesionado en el segundo tiempo, la RFA perdió a sus atacantes titulares. En el centro de la defensa faltó el siempre seguro central Karl-Heinz Foerster. Beckenbauer no buscó luego excusas y dijo: "Hemos perdido merecidamente y ésto no es una vergüenza".

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