Wilander, Mandlikova y Shriver, eliminados en octavos

ENVIADO ESPECIALTras la lluvia, llegó la calma. Los organizadores programaron una auténtica avalancha de partidos para paliar el retraso de la última jornada. En Flushing Meadow no se tiene el invento de moda en Estados Unidos. El equipo de Indianápolis de rugby, por ejemplo, ha cubierto totalmente su estadio de hierba artificial con una tela muy fina, en la que se han dibujado unas nubes inmensas. Ya en el tenis, en el torneo masculino saltó la sorpresa. El australiano Pat Cash (15), de 19 años, derrotó al sueco Mats Wilander (4), por 7-6 (7-3), 6-4, 2-6 y 6-3. Los estadounidenses Gene Mayer y Jimmy Connors, y el británico John Lloyd, lograron el pase para los cuartos de final. En la competición femenina, la canadiense Carling Basset y la australiana Wendy Turnbull protagonizaron las primeras sorpresas auténticas de este Open de Estados Unidos.

Cash, con un juego agresivo y veloz, subió constantemente a la red y obligó a Wilander a desarrollar un juego que el sueco, acostumbrado a mayores pausas de tiempo en los golpes a la bola, no supo nunca contrarrestar. Pat Cash ya ganó a Wilander en el decisivo partido de la final de la Copa Davis de 1983, y en los cuartos de final del último torneo de Wimbledon. El australiano se enfrentará en las semifinales del sábado al vencedor del partido entre el checoslovaco Iván Lendl (2) y el ecuatoriano Andrés Gómez (5).

La presencia de dos veteranos es lo más destacable en la categoría masculina. El británico John Lloyd, de quien los norteamericanos dicen que "ya no es tan sólo el marido de Chris Evert", ganó a Sundstrom (Suecia, 9) por 4-15, 6-4, 6-4 y 6-2. Lloyd dice que su recuperación no se debe a la reconciliación con Chris: "La clave fue ganar el torneo de dobles mixtos en Wimbledon. Me di cuenta que aún podía estar entre los mejores". Lloyd, de 30 años, llegó a estar en el puesto 356 de la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) en 1980. Es la primera vez desde 1966 que un inglés llega tan lejos en este torneo.

Gene Mayer ganó al checo Smid (13) por 6-3, 6-2 y 6-3. Mayer se encontrará ahora con John McEnroe, mientras Lloyd jugará contra Jimmy Connors, que derrotó a Nystrom (Suecia, 16) por 7-6 (7-4), 6-0 y 6-3.

Carling Basset (14) derrotó a la checa Hána Mandlikova (3) por 6-4 y 6-3. Turnbull (13) venció a Pam Shriver (EE UU, 4), por 2-6, 6- 3 y 6-3. Basset se enfrentará en sernifinales a Chris Evert (EE UU, 2), que ganó a Silvia Hanika (RFA) por 6-2 y 6-3. Tumbuil está destinada a jugar contra Martina Navratilova.

Mandlikova y Shriver perdieron por sus propios errores. Mandlikova tiene tanto talento como poco cerebro. Se precipitó continuamente hacia la red, sirvió mal y erró en los momentos más inoportunos. Basset, afónica por un resfriado, reconoció que "me he limitado a superar a Mandlikova en sus subidas".

Carling tuvo una mononucleosis que la apartó del circuito durante seis semanas: "Este tiempo me ha servido para olvidarme del tenis. De hecho, estoy contenta de haber cogido esta enfermedad". Mandlikova dijo que estaba cansada, y añadió que "Basset siempre juega muy tranquila. Le da lo mismo ganar o perder porque su padre es millonario". El padre de Basset ha amasado una gran fortuna como productor de cine en Canadá. Mandlikova añadió: "Estoy contenta,con mi temporada, aunque ustedes,'Ios periodistas, no estén de acuerdo y siempre hablen mal de mí". Alguien le preguntó por la profesión de su padre: "Es periodista deportivo en Checoslovaquia", afirmó.

La derrota de Shriver fue consecuencia de sus nervios. Pam sabía que era una de las pocas capaz de ganar a Martina -10 hizo hace dos años aquí mismo-, y eso la obsesionó. "No he jugado como una profesional". La gran diferencia entre Basset y Turnbull es su edad. Basset tiene 17 años, es guapa y actriz de cine; Wendy tiene 32 años, y goza del alias de conejo por su estatura y su dentadura. Turnbull, una buena jugadora de dobles, fue finalista en Australia y Roland Garros en 1979, y en el Open de Estados Unidos de 1977, además de ganar este año el doble mixto con John Lloyd en Wimbledon.