En Lasarte, los comisarios podrán ser propietarios de cuadras

La Sociedad de Carreras del hipódromo de Lasarte, en San Sebastián, permite que los comisarios de estas instalaciones sean a la vez propietarios de cuadras de caballos; ello se desprende de la nota hecha pública por el comité de dicha sociedad, en la que se apoya incondicionalmente la gestión de árbitros hípicos, tras una denuncia de estos hechos efectuada por la Prensa donostiarra.La decisión ha causado gran extrañeza en los medios hípicos, sobre todo por el hecho de que el código de carreras prohíbe que los comisarios tengan intereses en las cuadras; sería como si un árbitro de fútbol fuera, al mismo tiempo, directivo de un club al que tuviera que arbitrar.

Los comisarios de la Sociedad de Carreras de Lasarte son, todos los años, penosos protagonistas de la temporada de verano por sus desacertadas intervenciones en la resolución de las reclamaciones que se efectúan, así como por los rigurosos y a veces excesivos castigos que imponen, lo que les ha llevado a ganarse la antipatía de todos: propietarios, profesionales hípicos y aficionados.

A esta falta de criterio, que lleva a distanciar caballos en beneficio de los que están claramente batidos -como es el caso de la yegua Abella, de Pepe González, que fue distanciada hace dos jornadas a la cuarta plaza-, hay que añadir las incompatibilidades que reúnen. Así, por ejemplo, Alberto García Sanz que, además de ser uno de los comisarios de Lasarte, y de los más influyentes, es propietario, junto con otro comisario, Ignacio Irazusta Cavanillas, de la cuadra Pakea. Ésta tiene dos caballos en sus boxes: Zorzaleña y Raminagrobis, que participan en pruebas en las que ellos tienen competencia.

Estas desafortunadas intervenciones y otras muchas efectuadas durante la temporada de verano han llevado, al parecer, a la Sociedad de Fomento y Cría Caballar a plantearse la necesidad de desvincularse de la organización de las pruebas donostiarras. Los directivos madrileños quieren que el año próximo las carreras de Lasarte sean organizadas única y exclusivamente por la Sociedad de Carreras de San Sebastián, y, en caso de no hacerse cargo de ellas en su totalidad, pasarían a depender de la Sociedad de Fomento.