Unas 90.000 personas presencian esta noche el primer Real Madrid-Barcelona de la temporada

Amancio está seguro de ganar. Algunos jugadores madridistas tienen tal confianza en el triunfo que sólo albergan una pequeña duda: "o la goleada a nuestro favor, o el día malo, ese en que no te sale nada, nos clavan un gol y no hay nada que hacer". A partir de las 21.00 horas comienza a desvelarse el primer misterio del campeonato de la crisis. Un Madrid-Barcelona, que reúne todos los condimentos necesarios para hacer reventar el estadio Bernabéu, pese al tópico de que el partido "quizá llega demasiado pronto". Amancio no dio alineación, pero no hay secretos. Y tampoco televisión. Parece asegurada la asistencia de 90.000 espectadores.

Todo está atado. Amancio ha espiado al Barcelona bueno del Gamper, y tiene amplios informes del que fracasó en el Carranza. Venables observó en directo al Madrid malo que perdió en Sarriá con el Español, y su segundo, Harris, le vio como ganador en el reciente torneo Bernabéu. El técnico madridista no tiene dudas, pese a que ayer se limitó a contestar que "más o menos", hasta tres veces, cuando en otras tantas ocasiones se le insistió por la alineación.Sólo dos cambios va a presentar el Madrid en relación con el once perfilado por su entrenador durante la pretemporada. Uno resulta obligado, el de! ariete internacional Santillana, por lesión. Otro, de carácter exclusivamente táctico, el del joven Sanchis, que ni siquiera estará en el banquillo. El buen juego de Gallego en los últimos dos encuentros le ha devuelto lo que el centrocampista internacional ya comenzaba a intuir como titularidad perdida, pese a su condición de subcampeón de Europa con la selección nacional.

Gallego, 25 años de edad, 21 veces internacional absoluto, será uno de los seis jugadores titulares esta noche en el Madrid que proceden de sus categorías inferiores. Chendo, Camacho, Michel, San José y Butragueño completan el número. Porque Amancio va a presentar el siguiente equipo: Miguel Ángel; Ch.endo, Bonet, Stielike, Camacho; Gallego, San José, Michel, Lozano; Butragueño y Valdano. El joven Ochotorena será el portero suplente -Agustín sigue lesionado-, Juanito quedará para cubrir las deficiencias fisicas de Juan Lozano, Pineda para ftitentar nivelar una posible diferencia en contra, y se ha preferido en el banquillo a Ángel, en lugar de Sanchis, justamente por todo lo contrario, por si al final se trata de controlar una ventaja y aportar el equilibrio de su experiencia -31 años y seis en el club-

Con el sistema zonal puesto en funcionamiento por Amancio, sólo parece seguro el duelo Bonet-Archibald. Bonet, 25 años 183 centímetros de altura, cuatro veces internacional, descartado por el Atlético antes de que el Madrid le fichara del Elche, no ha acabado de convencer desde que se recuperó de su grave lesión hace dos temporadas.

Con Chendo, o Camacho pendientes de Carrasco, según por la banda en la que deambule el delantero azulgrana, algunos pro tagonistas del lado blanco coinciden en apreciar que será el dominio del centro del campo el que, al final, pueda decidir el choque.

La tarea de Amancio radica en convericer a Gallego y a Michel de que pueden, perfectamente, asumir en determinados momentos del juego labores oscuras de marcaje, junto a San José, menos acordes con sus características de futbolistas de creación. Porque el cuarto hombre, Lozano, está Ipara intentar que le salgan con éxito algunas de sus cosillas técnicas. Aunque también hay quien piensa que el centro del campo azulgrana sólo cuenta, a su vez, con un destructor nato, Víctor. Los jóvenes Rojo y Calderé, y por supuesto Schuster, son jugadores de corte talentoso, que diría el antecesor argentino de Venables.

Por lo demás, resulta curioso el contraste entre el jugador encargado de evitar, en última instancia, los goles del rival, Miguel Ángel, y aquél en quien la afición madridista confia, junto con el argentino Valdano, para que desequilibre con su astucia el partido, Butragueño. De los 36 años del eterno cancerbero, que se resiste con su excelente forma fisica a la jubilación, a los 21 del Buitre, hay un espacio de 16. Todo un período en el que, previsiblemente, el delantero tuvo tiempo de coleccionar cromos del veterano capitán, aunque en el campo sea Camacho -29 años, 53 veces internacional- quien ejerza tales funciones.