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Juegos de la 23ª Olimpiada de la era moderna

Daley Thompson, con opción a batir el récord del mundo de decatlón

ENVIADO ESPECIAL, El superhombre negro está ganando al blanco. El británico Daley Thompson se está imponiendo al alemán Jürgen Hingsen. Los 15 centímetros de estatura que saca el alemán al británico no le sirvieron más que para superarle en la primera jornada del decatión en salto de altura y lanzamiento de peso. Pero los triunfos de Thompson en salto de longitud, 100 y 400 metros le colocaron, con 4.633 puntos, con opción a batir el récord mundial, en posesión de Hingsen. En la sesión matinal de la segunda jornada (la tarde de ayer en España), el alemán redujo, no obstante, la diferencia al imponerse en los 110 metros vallas y el lanzamiento de disco. Con todo, Thompson, con 15 puntos más sobre la referencia del paso hacia la plusmarca mundial tras las primeras siete pruebas,aventajaba todavía a Hingsen en 32 puntos: 6.365 por 6.333.

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Las estrellas de la jornada

El atleta británico, campeón olímpico y mundial, parece en camino de volver a ser campeón olímpico. Su concurso del miércoles fue espléndido. Por la mañana, superó sus marcas personales de 100 metros y salto de longitud y quedó a 38 centímetros de su mejor registro en peso, 16,10. Por la tarde, subió hasta los 2,03 metros en altura y terminó el día con unos magníficos 46.97 en 400 metros. La valoración de sus marcas, por el orden citado, fue de 948 puntos, 1.022, 831, 882 y 950, lo que le dio un total de 4.633, muy por encima de los 4.549 de su mejor decatlón, el de los europeos de Atenas en 1982, cuando superó el récord mundial con 8.743. Pero también mucho mejor que los 4.536 obtenidos el pasado 8 de junio, en Mannheim, por Hingsen, previos a su récord mundial actual de 8.798.El alemán, con marcas entonces de 10.70; 7,76; 16,42; 2,07 y 48.05, hizo el miércoles 10.91; 7,80; 15,87; 2,12 y 47.69 para sumar 4.519 puntos (826, 980, 840, 959 y 914, respectivamente), 17 menos que entonces. Su mejor prueba fue el salto de altura, en la única que sacó ventaja apreciable a Thompson.

Por la tarde (la madrugada española del jueves), Thompson, que empezó muy serio, al revés que Hingsen, abrió pronto su sonrisa con su estupenda marca en el 100. Hingsen empezó a tener problemas en su rodilla derecha durante el salto de altura y no pareció resentirse en el 400, pero sólo mostró su alegría cuando saltó los 2,12. Thompson saltó la primera altura en 1,91, siguió con 1,97 y 2 metros y ya sólo pudo con los 2,03 en el tercer intento. Hingsen, también a estilo fostbury, comenzó en 1,97, que saltó a la primera, como los 2,03, y necesitó ya dos intentos para los 2,09 y 2,12.

Por la mañana, en peso, ambos hicieron dos nulos. Thompson tiró 15,72 metros y 15,52 y Jürgen Hingsen 15,87 y 15,59.

Los dos siguieron ignorándose. Sus relaciones nunca han sido buenas, pero ahora no están enfrentados. Es cuestión de concentración. Thompson, más extravertido, con una visera azul y una camiseta a rayas grises y azules, habla con todo el mundo, sonríe y pasea. Hingsen, con una gorrilla de marinero blanca, se enfunda inmediatamente después de cada prueba o intento su chándal azul claro y sólo algunas veces comenta algo con sus compatriotas Kratschmer, el ex recordman mundial, y Weritz, el segundo decatleta germano. Pero Thompson y Hingsen se observan de reojo. Se vigilan casi subliminalmente. Está en juego no sólo un título olímpico, sino muy posiblemente la nueva plusmarca mundial de la especialidad.

Thompson hizo la última demostración de la jornada en los 400 metros. Salió por la calle 6, detrás de Hingsen, que lo hizo, sin referencia, por la 8. El británico, que mueve sus 1,85 metros con bastante más facilidad que Hingsen sus dos metros, alcanzó a Kratschmer, por la 7, antes de terminar la primera curva de los 100 metros. A Hingsen le superó antes de los 150 metros y, aunque éste se recuperó al final, tuvo que ceder 72 centésimas al único decatleta que bajó de los 47 segundos. Thompson, sobre todo con sus marcas de 100 y longitud, hubiese sido un dignísimo finalista individual.

En la jornada matinal del jueves (por la tarde en España), al cabo de siete pruebas, Thompson continuaba con una marca por encima del actual récord del mundo. Pero Hingsen, ganador de los 110 metros vallas y del lanzamiento de disco, había acortado la diferencia de 114 puntos que le sacaba Thompson al término de la primera jornada hasta sólo 32.

Hingsen acorta distancias

En la cuarta serie de las vallas altas, Hingsen venció por cinco centésimas a Thompson, 14.29 por 14.34, aunque quedó incluso más lejos de sus mejores marcas que el británico: 14.07 y 14.26. Ello suponía para Thompson sólo seis puntos de pérdida.

La alegría de Thompson fue aún mayor en el disco, pues empezó muy mal y terminó salvando la situación apurada. Lanzó sólo 37,90 metros y 41,24 en los dos primeros tiros, pero se fue a 46,56 en el tercero y último, a sólo 30. centímetros de su mejor marca, con lo que sólo perdía 76 puntos respecto a Hingsen. Éste, con su superior corpulencia, logró 50,82, su mejor marca personal. Ello le colocaba, con 6.333 puntos, muy cerca ya de su último paso de récord mundial (6.350).

Daley Thompson, sin embargo, aún estaba mejor, con 6.365, a punto de empezar la durísima pértiga.

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