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Robert Maxwell

Ex guerrillero checo, ex diputado socialista y ahora magnate de la Prensa británica tras su compra del grupo que edita 'The Daily Mirror'

Soledad Gallego-Díaz

Jan Lodvik Hoch nació en 1923 en un pequeño pueblo de Checoslovaquia, hijo de unos campesinos, y sólo fue a la escuela durante tres años. Hoy, cuando tiene 61 años, se llama Robert Maxwell, y se ha convertido en uno de los más poderosos barones de Fleet Street. Es el nuevo propietario de tres periódicos: The Daily Mirror, The Sunday Mirror y The Sunday People. En total, más de 10 millones de ejemplares de tirada. Como primera medida, MaxweIl piensa invertir en ellos 90 millones de libras.

"Éste era el sueño de mi vida. Siempre he querido tener un diario, y voy a convertirlo en el mejor del Reino Unido". MaxweIl tomó posesión de su despacho sólo seis horas después de haber firmado la compra. "Tiene tanta vitalidad y energía que electrifica a todo cuantos están a su lado", confesaba asombrado uno de los redactores del Daily Mirror.Robert Maxwell es un batallador nato. Varias veces se ha encumbrado y varias ha vuelto a caer. No conoce los términos medios. Está acostumbrado a sobrevivir y a deslumbrar a sus amigos después de estar al borde de la quiebra.

Ésta es, sin embargo, su mejor época. Además del grupo Mirror, ha vuelto a controlar la Pergamon Press y la British Printing Corporation, que compró en 1980, cuando era un negocio ruinoso y que gana ahora varios millones de libras esterlinas al año. Tiene intereses en la cadena nacional de televisión privada y dirige un club de fútbol en Oxford, donde reside. "No está mal para un hombre que tuvo que educarse a sí mismo ¿no?", afirma satisfecho.

Hoch, o MaxweIl, no salió de su pequeño pueblo de los Cárpatos hasta la segunda guerra mundial. Entonces dejó su casa y se lanzó a la montaña para unirse a la resistencia y luchar contra los nazis. Pudo ser evacuado a Inglaterra y entró a formar parte del Ejército británico. Sus primeras acciones militares fueron, precisamente, en las playas de Normandía, el día D. Demostró tanto valor y osadía que fue condecorado personalmente por el mariscal Montgomery.

A los tres años de acabada la guerra, aquel espigado y valiente oficial checo se había convertido en un avezado hombre de negocios británico. Maxwell fundó en 1949 la Pergamon Press, que se alzaría en poco tiempo como la empresa editorial científica más importante de Europa. A partir de entonces, su vida se convirtió en la de un magnate que caía y rebotaba como una pelota de goma, para volver a instalarse sólidamente sobre sus pies. "El fuerte checo", le apodaba hasta hace poco la Prensa británica.

Maxwell se ha considerado siempre socialista, pese a sus terribles agarradas con los sindicatos británicos y sus operaciones quirúrgicas para sanear empresas en quiebra.

Entre 1964 y 1970 fue diputado laborista, pero su carrera política acabó bruscamente con una espectacular derrota electoral y acusaciones de prácticas financieras poco claras. El Ministerio de Comercio le criticó vivamente por su forma de dirigir la Pergamon, y Maxwell tuvo que retirarse, sólo para volver cuatro años más tarde, esta vez con todas sus fuerzas.

"Llevo 15 años intentando conseguir un periódico", reconoce Robert Maxwell. Seis veces estuvo a punto de lograrlo, pero siempre falló algo en el último momento. Fleet Street, acostumbrada durante siglos a la presencia de antiguas y casi aristocráticas familias británicas, se estremecía al pensar que alguno de sus diarios podía caer en manos de un hombre que no pisó casi el colegio y que llama la atención de sus empleados metiéndose los dedos en la boca y soltando un estruendoso silbido.

El camino lo allanó, tal vez, otro hombre de negocios irregular, el magnate australiano Rupert Murdock, que compró cuatro diarios, entre ellos The Sun y The Times y que controla hoy día casi 11 millones de ejemplares.

The Daily Mirror va a seguir apoyando al Partido Laborista, como lo ha hecho desde su creación, en 1903, pero eso no quiere decir que será un periódico esclavo de un partido. "Seremos la voz de la izquierda sensible", aseguró Robert Maxwell nada más pagar los 113 millones de libras (unos 22.500 millones de pesetas) que le costó el grupo de publicaciones. Su objetivo principal es la guerra contra The Sun, el diario líder del Reino Unido, con más de cuatro millones de ejemplares diarios y una línea extremadamente conservadora. "El Mirror va a rebasar al Sun", asegura, rebosante de confianza, su nuevo propietario.

Por el momento, Robert Maxwell piensa invertir 90 millones de libras en relanzar los periódicos. Antes que nada tendrá que buscar un nuevo presidente del grupo, porque el anterior, Clive Thornton, dimitió inmediatamente al saber quién era el nuevo propietario.

Clive Thorton ni siquiera ha tratado de ser diplomático: "No creo que nadie haya pensado ni por un momento que yo iba a trabajar bajo las órdenes de ese hombre", ha declarado.

Maxwell no parece muy preocupado: "Estoy pensando en crear también un nuevo periódico vespertino". El ex guerrillero checo, que está casado con una francesa y que tiene siete hijos, de los cuales cinco trabajan con él, no está dispuesto a que nadie le amargue la fiesta.

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