Pepe Alzate,
entrenador del Betis, no olvidará fácilmente la fecha del 21 de junio de 1984. No sólo fue eliminado su equipo por el Real Valladolid, tras partir como favorito, sino que su furiosa reacción contra los insultos que le dedicaban algunos hinchas vallisoletanos le costó 11 puntos de sutura en el brazo. Alzate fue increpado por aficionados mientras atendía a los informadores y, de pura rabia, el preparador bético dio un puñetazo al cristal de la puerta de los vestuarios, que estaba cerrada, lo que le causó un profundo corte, por el que manaba abundante sangre y que necesitó 11 puntos de sutura.
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