"No quiero parar mientras el cuerpo aguante"

El 13 de febrero, EL PAÍS publicó en el suplemento de Deportes la última entrevista de Agostinho, concedida a . A continuación reproducimos algunos párrafos: "( ... ) Hoy día, muchos piensan que esto del deporte es para trabajar un día y descansar un mes. Tienen que aprender que para llegar a algo hay que darle fuerte: trabajo, disciplina, buena alimentación. Lo pasé bastante mal hasta la mili. Después, dos años y medio de guerra, guerra en serio, en Mozambique. Ya sabía lo que era sufrir. Por eso nunca dejé que me desanimaran las dificultades. Me juré a mí mismo que vencería en la vida. Quería subir socialmente. Y aquí estoy".( ... ) ¿Pero pensó ya seriamente en retirarse? "Varias veces; sobre todo, para dedicarme más a la familia. Mi mujer, mis dos hijos... Hasta ahora, he sido más bien un desertor. No pasaba con ellos más de dos meses por año. Siento mucho orgullo de ser portugués; por eso nunca quise cambiar de nacionalidad, como hizo Ocaña".

( ... ) "Nuestra modalidad está apagándose, poco a poco, en todo el mundo. Esto no quiere decir que no haya nada que hacer. Pero hay que encárarlo de una manera diferente. Antes, la gente.hacía deporte por placer. Hoy es una profesión como cualquier otra. La bicicleta es nuestro arado, un arado que cuesta de 140.000 a 150.000 pesetas".

Con el dinero ganado fuera compro una gran finca, a unas decenas de kilómetros de Lisboa y muy cerca de su pueblo natal. Santacruz, donde viven todavía sus padres y sus hermanos. "Una buena tierra, 10 hectáreas de un solo pedazo, y otra parcela, más allá, con mucha agua; dos riachuelos, siempre con agua; muy ricos, además, en angulas.( ... ) Todo esto eran matorrales. Yo planté esta viña, estos naranjos; aquí tengo los mejores melocotoneros de la región".

( ... ) "Siempre hay algo que hacer, no puedo estar parado. El campo, la finca o, si no, en casa. Hago casi todo con mis manos. Me gusta hacer y aprender siempre. Parar es morir. No quiero parar mientras el cuerpo aguante".