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Importante presencia de compradores

La tardía apertura de la semana bursátil, tras el paréntesis de la festividad del Primero de Mayo, se correspondió con unas reuniones que rayaron en la euforia compradora, donde el sector eléctrico actuaba como cebo de bomba, mientras que la mayor parte del resto de los grupos experimentaba trayectorias acusadamente Positivas. La excepción aislada la constituyeron las empresas siderúrgicas, que se vieron negativamente afectadas por la presencia de una oferta remansada en sesiones anteriores que terminaba por definir una trayectoria declinante. La máxima enseñanza que los especialistas se permitieron extraer de las reuniones de ayer fue la capacidad de rebote que manifiesta el mercado tan pronto como el índice madrileño se aproxima al 116%.Con todo, la atención de los inversores se mantenía prendida del grupo eléctrico, cuyos integrantes se han visto afectados las medidas administrativas recientemente publicadas en el Boletín Oficial del Estado. La trayectoria de estos valores ha sido genrincamente positiva, aunque Hidrola, una de las históricas capitanas del sector, manifestaba unos signos inequívocos de debilidad y terminaba cediendo un punto, aunque después de hora, y posiblemente contagiada por la euforia del entorno, podía apreciarse algún tanteo comprador. La resaca de su ampliación de capital recién concluida parece constituir la justificación última de esta evolución tan escasamente prometedora.

El resto de los valores eléctricos aprovechó la indefinición que se apreciaba en el mercado e iniciaba su contratación ganando posiciones, al amparo precisamente de las disposiciones publicadas, que venían a representar, según las opiniones más extendidas, una clarificación del futuro para este sector. Sevillana y Unión-Fenosa fueron las dos sociedades que mayor decisión mostraron a la hora de asumir el proceso alcista. Sus mejoras aparecían consolidadas, y se podía apreciar algún tanteo comprador después de hora.

Por su parte, Iberduero, una de las pocas sociedades que cuenta con libertad a la hora de repartir sus dividendos, y que parece que este año podría establecerlo en el 8,5%, cumpliendo así su compromiso con los accionistas, inició su singladura con una importante presencia de papel que fue paulatinamente absorbida por el propio mercado, a pesar de que en la Bolsa de Bilbao se marcaba un cambio inferior, lo que podría haber provocado una reconducción de títulos ofertados hacia la Bolsa de Madrid.

En cualquier caso, lo que sí comentaban los operadores una vez terminada la reunión es que, aparentemente, estos títulos cuentan con un importante caudal tomador antes de que se celebre su junta de accionistas, el próximo sábado, donde se desvelarán algunas de las incógnitas más importantes de esta sociedad.

Para las reuniones de hoy, se centra la expectación en torno a las intenciones que pueden manifestar los grandes grupos institucionales. Si se deciden a realizar las breves plusvalías acumuladas en las dos reuniones precedentes, el mercado, lógicamente, debe manifestar síntomas de debilidad; si, por el contrario, estas ventas técnicas no se producen, la continuación de la trayectoria positiva parece garantizada. Eso con el permiso de Banesto, cuyas 114.000 acciones a la venta de ayer desequilibraron al grupo bancario.

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