Agostinho, clínicamente muerto

El ciclista portugués Joaquim Agostinho se encuentra clínicamente muerto, según el último parte médico facilitado por el hospital Cuf de Lisboa donde fue internado el lunes, tras sufrir una caída cuando disputaba la Vuelta Ciclista al Algarve.El parte fue facilitado por e doctor Lobo Antunes, cirujano que le intervino quirúrgicamente de la fractura de cráneo que sufrió el corredor al caerse en el transcurso de la quinta etapa de la Vuelta al Algarve. El corredor recibió incluso los últimos sacramentos por parte de un amigo de la familia, el sacerdote Eugenio Dos Santos.

Las constantes vitales de Agostinho se mantienen gracias a la respiración asistida, pues sus reacciones son nulas y el coma profundo persiste. El doctor Lobo Antunes anunció que hasta que no pasen 48 horas no podrá facilitar su opinión más concreta sobre el estado futuro del veterano corredor luso, que cuenta 41 años. Pese a resultar gravemente lesionado, el corredor luso aún tuvo fuerzas para llegar con su máquina hasta la meta, ayudado por sus compañeros de equipo, en uno de los habituales gestos de pundonor de su brillante carrera deportiva.

Poco después, su estado se agravó y fue trasladado al hospital de Faro, desde donde, al no poder ser atendido por un especialista, fue de nuevo trasladado a Lisboa, a 350 kilómetros de distancia, ya en estado de coma.

El ciclista no pudo ser operado hasta las siete de la tarde en el centro hospitalario Cuf, al presentar fractura múltiple de parietal y un coágulo de sangre que le fue extirpado. Todo ello ha motivado una dura polémica en Portugal sobre la necesidad de que los corredores lleven algún casco protector, como ocurre en las carreras de aficionados, lo que en este caso hubiese amortiguado los graves efectos de la caída. También se acusa de la tardanza en la decisión y el posterior traslado del herido al centro hospitalario adecuado, a gran distancia de donde se produjo su caída.