Las apuestas del Masters de golf dan como favoritos a Floyd, Watson y Ballesteros
ENVIADO ESPECIAL, Entre jazmines, camelias, claveles, magnolias, cadillacs; y un escenario de mucho colorido en el que también se mezcla la alta sociedad del buen vivir, se inicia hoy en los terrenos del Augusta National Club Golf la 50ª edición del Masters de golf. Único en su especie y llamado ya el torneo del mundo, el Masters de Ausgusta (Atlanta, EE UU) ha invitado en esta ocasión a 88 jugadores entre los cuales aparecen 11 extranjeros. Severiano Ballesteros no es el favorito, pese a ganar el año pasado. El español es, junto a Watson, el segundo en las apuestas, y por delante figura Raymond Floyd.
Ayer todos los medios informativos recordaban el swing, el putt y toda la gama de golpes del jugador español, que en dos ocasiones ha vencido en este torneo convirtiéndose en el único europeo ganador del mismo en la historia. Sin embargo, la irregular campaña de Severiano en su primera temporada en el circuito norteamericano -eliminado en dos torneos, por debajo de los 20 primeros en otros dos y con un inmejorable tercer puesto del Torneo de Campeones- no le hace figurar en el primer puesto de las apuestas. Esto a él le gusta. "Es mejor que sea así. Prefiero estar sin ese peso y después demostrar lo que valgo, aunque yo aquí no tengo nada que demostrar".Ballesteros, que empezó a participar en este torneo a la edad de 19 años en 1977, figura ahora, con 26 años recién cumplidos, en la segunda posición de los apostadores, compartiendo este lugar con Tom Watson (6-1), jugado que desde hace nueve meses no gana un torneo importante. El primer puesto en las apuestas es para el norteamericano Raymond Floyd, que ya venció en el Masters de 1976. Su favoritismo obedece, según los norteamericanos, a que en los últimos torneos su juego ha ido en aumento. No obstante, Raymond Floyd todavía no ha ganado esta temporada.
La primera jornada del Masters ha emparejado a Severiano Ballesteros con el jugador aficionado R. Jay Sigel. Ballesteros saldrá a cumplir su primer recorrido a las 12.15 horas (hora de Augusta), que es la señalada para el actual campeón. De su primera tarjeta dependerá el futuro del español en los próximos días: "Hay que salir con buen pie. Para no tener problemas y estar entre los primeros normalmente hay que realizar un recorrido por debajo del par del campo (72)". Ballesteros recuerda que ese torneo siempre le ha ido bien. "Siempre que he empezado por debajo del par he ganado" dice Ballesteros amparándose en los resultados que consiguió en 1980, cuando inició el recorrido con un 66, y, en 1983, con un 68.
El recorrido del Augusta National alcanza aproximadamente los 6.700 metros. Es, sin duda, el mejor recorrido del mundo en cuanto a belleza y dificultad. En ello ha influido, con el paso de los años, el terreno, que consistía en una de las mayores plantaciones de fruta existentes en Estados Unidos; el buen gusto de su diseñador ya fallecido, Boby Johnnes; y el gran estilo del arquitecto Alister McKenzie. Los organizadores del acontecimiento, que cierran el campo durante cuatro meses para prepararlo para el Masters, han intentado constantemente reformar los hoyos y el recorrido en general, hasta plantearlo de tal forma que el público puede observar el desarrollo del juego sin necesidad de acercarse mucho a los jugadores.
Aquí se junta la tradición. El Masters nunca abandona a un jugador que lo haya conquistado. Hoy, quienes darán algo así como el saque de honor serán los legendarios Gene Sarazen, que ganó en 1935, y Sam Snead, que lo hizo en 1949. A Sarazen, un anciano de 82 años, no le queda memoria para acordarse de lo que ganó en metálico con su triunfo en la segunda edición del torneo. Y cuando se le comenta el dinero que se reparte en el 50º aniversario del Masters, ni se inmuta. "Los 500.000 dólares (75 millones de pesetas) que están en juego sólo deben preocupar a los participantes, pero lo más importante es que ellos sientan que están en el mejor torneo del mundo, en donde la calidad y la belleza que se exhiben son inigualables". El ganador del torneo se embolsará 90.000 dólares (13,5 millones de pesetas), se colocará la chaqueta verde, otro símbolo de este torneo tan selecto que sólo puede usarse en el Augusta National Golf Club, y se adjudicará un trofeo, The Clubhouse, hecho con 800 piezas de plata.
Vivir el Masters
Son miles los aficionados, ex jugadores, invitados de honor y periodistas que atraviesan tierra y aire con el fin de no perderse el golpe de Nicklaus, el buen humor de Treviño, la concentración de Ballesteros y el olor de las camelias y jazmines del Augusta National Club. Algunos viven el Masters en el campo. Los hoteles agotan sus reservas, y es entonces cuando la hospitalidad de los georgianos se hace sentir. Por un precio módico alquilan habitaciones de sus lujosas mansiones donde no hace falta nada. Quieres un car, tienes un car. Te apetece un suculento breakfast, tienes un desayuno completo. Es la gente del golf.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.