La falta de órdenes de venta animó el mercado
Las reuniones bursátiles de ayer respondieron a su condición de primer día de la semana y ofrecieron síntomas de mayor animación, especialmente resaltados por la falta casi absoluta de órdenes de venta. Esta ausencia de vendedores era matizada en diversos círculos, donde se apuntaba la posibilidad de que los ordenantes de partidas a la venta hayan sencillamente adoptado una postura táctica de repliegue para facilitar la evolución más favorable del mercado, que dé lugar a, una situación en la que las partidas puedan ser materializadas más cómodamente.Dentro de esta definición, el grupo eléctrico mantuvo una trayectoria positiva, que encontraba sus mayores exponentes en las grandes empresas del sector, donde Hidrola conseguía recuperar la cota del 50% en el mercado madrileño, mientras que sus derechos de suscripción, en los que casi nadie confiaba, llegaban a tocar techo en las cuatro pesetas, antes de cerrar a 3,75.
Este rosado panorama sólo lo rompía Iberduero, que cedía posiciones, a pesar de que parecen confirmarse sus intenciones de incrementar su dividendo en un punto. La existencia de una partida vendedora concreta de cierta consideración parece estar constituyendo un lastre a la evolución de las cotizaciones de este valor.
No obstante, sobre el sector eléctrico -cuyos máximos representantes tenían en la tarde de ayer una maratoniana reunión con el titular de Industria, Carlos Solchaga- continúan centradas casi todas las expectativas de los inversores. Las grandes carteras institucionales, que incrementaron sus posiciones tradicionales con nuevas compras selectivas de valores eléctricos jornadas atrás, se mantienen, por el momento, expectantes, sin que hayan podido ser observadas grandes operaciones de venta. Las incógnitas del sector se establecen en torno a las hipótesis de recomendaciones sobre posibles reducciones de dividendos que puedan lanzarse desde las inmediaciones de la Administración.
En cuanto al grupo bancario, ayer predominaron con cierta claridad los signos compradores: únicamente el Central y el Hispano presentaban discretas diferencias negativas y una buena parte de sus integrantes decidía apurar al máximo las posibilidades de estos escasos miles de títulos a la compra.
En el capítulo de títulos pendientes de hallar contrapartida compradora destacaba el Central, con algo menos de 16.000 acciones, producto, con bastante probabilidad, del canje de bonos por acciones que actualmente está desarrollando, y cuyo transcurso, al menos en opinión de especialistas cualificados, está resultando bastante favorable para los intereses de la entidad. En sentido contrario destacaban las prácticamente 11.000 acciones a la compra que presentaba el Banesto, cuya cotización mejoraba cinco enteros, mejora igualada por el Popular, cuyo saldo comprador se aproximaba a los 9.500 títulos.
Para las reuniones de hoy queda por definir el contenido auténtico de esta mejora y, sobre todo, las intenciones de algunos de los más importantes gestores de carteras institucionales. En cualquier caso, lo que sí ha podido volver a constatarse ha sido la ausencia de dinero en el mercado, a pesar de que los tipos de interés que se vienen pagando por algunos de los activos más conocidos en circuitos oficiales mantienen una discreta trayectoria bajista.
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