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Kasparov-Smyslov, historia de dos cumpleaños

El encuentro del año está aún por llegar. El enfrentamiento entre Garry Kasparov y Vassili Smyslov no ha tenido color y el joven ajedrecista ha acabado imponiéndose, con gran autoridad, al veterano campeón. Kasparov conquistó el medio punto que le faltaba el pasado lunes. Ahora va en busca de Anatoli Karpov, el actual campeón del mundo. Ese sí será el encuentro del año. El choque entre candidatos, que se ha desarrollado mientras Smyslov cumplía (el 24 de marzo) 63 años, se resolvió poco antes de que Kasparov llegara a los 21 años (el 13 de abril). La Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) anunció ayer, en Lucerna (Suiza), que la final se iniciará el próximo 10 de septiembre, en ciudad a designar. Mien tras Kasparov inicia sus vacaciones, Karpov sigue practicando.

En los anales del ajedrez no se encuentra otro caso similar al de Vasil¡ Sinyslov que, a sus 63 años, ha sido capaz de llegar a la final del Torneo de Candidatos, la competición que señala al retador oficia del campeón mundial y a la que, por lógica, hay que considerar la prueba de más alta categoría en el calendario internacional.En un mundo dominado por la precocidad, la supertécnica y la especialización, este veteranísimo jugador, que celebró su cumpleaños el pasado 24 de marzo, cuan do ya se encontraba jugando con Kasparov el presente ciclo del Candidatos, ha conseguido con su vieja y depurada técnica dejar en la cuneta a jóvenes pretendientes a la corona mundial. Al clasificarse en el Interzonal de Las Palmas, celebrado en 1982 (los ciclos eliminatorios para el mundial duran tres años y se componen de sucesivas pruebas eliminatorias: zonales, interzonales y de candidatos), se pensó que había sido el último canto de un ruiseñor que fue el rey durante los años cincuenta. Después, los sucesivos compromisos con Be1javski y Ribli y el reciente con Kasparov, han venido a demostrar que la última hazaña de Smyslov es de una magnitud impresionante.

Discreción ante las desgracias

Sus éxitos en el mundo del tablero son tan viejos como el mismo Torneo de Candidatos. Ya en 1948 participaba en el celebrado entre. La Haya y Moscú, destinado a elegir al sucesor del Alexandr Alejin, fallecido poco antes en su dorado exilio en Estoril (Portugal). Quedó entonces clasificado en segundo lugar y, por lo tanto, le cupo el honor de ser considerado subcampeón mundial. En el II Ciclo de Candidatos (Suiza, 1953) quedó primero, empatando posteriormente en el mundial con Botvinik, por lo que éste retuvo la corona En el siguiente ciclo (Amsterdam 1956) volvió a quedar primero, derrotando a Botvinik en el mundial por tres puntos de diferencia. En el encuentro de revancha, al que tenía derecho en aquella época el campeón mundial, Botvinik recuperó la corona con una ventaja de dos puntos, arrojando de nuevo al flemático Sinyslov a la arena de los candidatos. Se quejaba amargamente Vassili de que, tras jugar tres encuentros, a 24 partidas cada uno, él había sacado en el cómputo general un punto más que Botvikik, mientras éste seguía con el título mundial.

Siguió Smyslov participando en sucesivas ediciones del Candidatos, aunque ya sin los éxitos alcanzados en la década de los cincuenta. Su decadencia era comentada como un hecho irreversible propio de la edad.

Sus quejas, siempre discretas y comedidas, porque la estridencia no entra dentro de su repertorio, se sucedieron en los años 70 cuando la Federación Internacional dictó una norma según la cual los ex campeones mundiales no tienen acceso directo a los interzonales. Hubo quien no entendió los reproches de Smyslov. "¿Cómo puede pretender a su edad seguir en la lucha por el campeonato del mundo?", comentaban algunos. Y, probablemente, él no pretendía hacerlo, pero tampoco quería apartarse cuando tenía categoría para seguir jugando entre la elite mundial.

Su paso por el XII Ciclo de Torneo de Candidatos ha sido una página de leyenda y curiosidades. Todos los pronósticos le indicaban como el candidato más asequible en los cuartos de final y, sin embargo, fue capaz de eliminar al egiptólogolo y excéntrico alemán occidental Robert Hübner. Aunque su calificación se produjo de forma un tanto curiosa y muy dada a los comentarios sobre las directrices del destino que quiso condecorarlo en la etapa final de su carrera. Terminado este encuentro con empate, la decisión del mismo se decidió en la ruleta. Y la ruleta de Velden (Austria), sede del encuentro, decidió que impar y rojo, o sea Vassili Smislov, era el ganador.

En Londres también aparecía como el candidato más débil de las semifinales, pero el joven húngaro Zoltan Ribli fue derrotado con todas las de la ley. Y así llegó Smyslov al encuentro contra Kasparov.

Emulando a Fisher

Si Robert James Fischer, el jugador más grande de los últimos tiempos, consiguió el récord de ser el gran maestro más joven de la historia, a los 16 años, o de ser también el candidato más joven, 17 años, Kasparov ha seguido fielmente sus pasos. A idéntica edad es gran maestro, y a los 21, superando al propio Fischer, disputará el mundial abriendo la perspectiva de convertirse en el campeón más joven de la historia y superando en dos y tres años a sus antecesores Mijail Tal y Anatoli Karpov.

La historia de Kasparov no es la de un niño prodigio. Nunca lo ha sido, aunque su progreso y ascenso ha sido meteórico. Desde su más tierna infancia fue catalogado como una de las máximas promesas del ajedrez soviético. Alcanzó resultados impresionantes en su país, pero desconcertaba en sus apariciones internacionales (por dos veces en el Mundial de Cadetes para menores de 16 años celebrado en Cannes sur Mer, Francia, perdía un título que se le vaticinaba). Pero si con sus compañeros de edad obtenía resultados normales, cuando empezó a medirse con los grandes maestros arrasaba, como lo hicieron Mijail Tal y Robert Fischer, en décadas anteriores.

Su juego es alegre como una cava, contundente como un Rioja y, pese a su juventud, tiene un buqué único y exquisito. El próximo 13 de abril cumplirá 21 años, pero él ha solucionado el compromiso del Candidatos justo unos días antes, los suficientes para ser el primer jugador de la historia que, a sus 20 años, es candidato oficial al campeonato del mundo.

Son las dos caras de la moneda. La veteranía de Smyslov y su última gran gesta, frente a la juventud deslumbrante de Kasparov, al que sólo le queda ya un escollo, el más difícil (Karpov) para ser considerados el número 1 mundial.

Reconociendo de antemano que el estilo de cada jugador es un determinante para evaluar su nivel de efectividad (partidas ganadas, empatadas o perdidas) podemos hacer un análisis comparativo del camino que recorrieron Fischer, (arrollador), Karpov (seguridad) y Kasparov (ataque). El norteamericano jugó entre el interzonal de Mallorca y los tres encuentros del Candidatos un total de 44 partidas, de las que ganó 32, empató 10 y perdió 2. Karpov en idénticas pruebas jugó 70 partidas, ganó 20, empató 27 y sufrió 3 derrotas. Kasparov ' a su vez, ha necesitado 45 partidas, con 19 victorias, 24 empates, y 2 derrotas.

La cita en Moscú

Ahora la siguiente cita será en Moscú, a partir del 10 de septiembre del presente año, una vez se hayan apagado los ecos de los Juegos de Los Ángeles. Después de bastantes años, el mundial vuelve a su sede soviética, donde se celebró ininterrumpidamente durante varias décadas. La aparición de Fischer (1972) supuso la ruptura, que después se prolongó durante la época de Korchnoi (1978-1981).

La final del Torneo de Candidatos se ha jugado también en la URSS. Se ha perdido tanto la emoción de que un jugador no soviético les pudiera arrebatar la supremacía, con muchos millones de dólares. En 1975, Fischer renunciaba a los cinco millones de dólares que ofrecía Filipinas por poner su título en juego frente a Karpov. Ahora, la moneda corriente vuelve a ser el rublo; 3.000 -unas 450.000 pesetas- ha ganado Kasparov por vencer a Smyslov, cuando por su encuentro de semifinales frente a Korchnoi, celebrado en Londres, consiguió un premio de 100.000 francos suizos -unos siete millones de pesetas-.

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