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Baloncesto: Fase de descenso

El Estudiantes propicio un desempate con el Peñas

Luis Gómez

El Estudiantes ha querido probar las excelencias de un encuentro de desempate. Después de que todo se le situara a favor con la victoria en Huesca, el equipo estudiantil no supo resolver, y por tanto rematar, la eliminatoria de descenso. Con una derrota inesperada, Estudiantes y Peñas se verán obligados a jugarse el descenso hoy. La emoción se ha situado al límite porque con estos dos equipos puede pasar cualquier cosa. El Estudiantes puede probar el amargo sabor del descenso.Después de haber hecho lo más difícil, que era ganar al Peñas en su propia cancha, el Estudiantes ha vuelto a su particular forma de entender un campeanato y se lo ha puesto más difícil. El Estudiantes, sobre todo en este año, no concibe las cosas tranquilamente sino que se las complica. Estuvo a punto de salvarse de toda la lucha por el descenso hace muchos meses cuando rozó la clasificación para el grupo de los ocho grandes, que le arrebató finalmente el Basconia. Posteriormente, una derrota en casa le imposibilitó de salvarse para el descenso. Ahora, cuando lo tenía todo hecho para, con una victoria en casa, resolver la situación sin apuros, con un 2-0 categórico, se ha vuelto inmerso en un desempate. Por contra, el Peñas representa un caso opuesto. El animoso equipo oscense estuvo siempre destinado a los últimos lugares de la clasificación y todo el mundo lo colocó directamente en Primera B, quizás por eso de que ascendió sin otros méritos propios que los desustituir al desaparecido Inmobanco. Pero el Peñas, a fuerza de llevar la contraria, adelantó el descenso del Hospitalet y ahora se encamina a intentar descender al Estudiantes, lo que constituiría un hecho histórico.

Ayer, en el Magariños, se desarrolló un encuentro de baloncesto de los que cabe calificar de extraños. El juego, de pronto, era muy rápido, pero se ralentizaba de improviso. La organización brillaba por su ausencia y el marcador no guardó ciertos cánones hasta los últimos minutos del partido. El Estudiantes llevó siempre ventaja, que fue de 10 puntos en muchos momentos, pero volvía a dejarse igualar con empeño. Así estuvo el marcador todo el partido. Sólo en los últimos cuatro minutos, la cosa se quedó en no más de un punto para ninguno de los contendientes. El final resultó de infarto. Aleksinas falló tres tiros libres cuando quedaba menos de un minuto y el marcador ya señalaba el 78-79 final. Atacó el Peñas que buscó retener el balón, por lo que despreció tres posibilidades, por tres personales, de utilizar los lanzamientos libres. Aún así, perdió el balón a falta de seis segundos. Pues bien, el Estudiantes lo jugó tan mal que Goenechea, en vez de tirar, pasó la pelota a un rival.

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