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Histórico pacto de no agresión entre Suráfrica y Mozambique

En un vagón de tren estacionado en la frontera entre Mozambique y África del Sur, cerca de la localidad surafricana de Komatipoort, se firmó a las once de la mañana de ayer un tratado histórico por el que se pone fin a la situación de permanente fricción fronteriza entre los dos países.El presidente mozambiqueño Samora Machel y el primer ministro surafricano Pieter Botha estampaban su firma al pie de un documento, el primero jamás firmado por el régimen de Pretoria con un Estado negro de la llamada "línea de enfrentamiento", por el que ambas partes se comprometían a no servir de refugio ni a facilitar la acción de grupos enemigos contra sus respectivos países.

El pacto de no agresión afecta directamente a las actividades del movimiento guerrillero de Resistencia Nacional de Mozambique que, con base en la república del apartheid, venía actuando desde hacía siete años contra el régimen de Maputo, causando con sus acciones armadas un daño irreparable a su economía; y también al Congreso Nacional Africano (ANC), la organización política y guerrillera que combate al racismo surafricano, y que actuaba desde Mozambique, así como también desde otros Estados negros limítrofes, aunque con una efectividad militar mucho menos acusada que el movimiento mozambiqueño.

El ANC, que seguirá actuando pero sólo políticamente en Mozambique, emitió ayer un comunicado condenando la firma del pacto, al tiempo que recordaba a los restantes Estados africanos su compromiso de prestarle apoyo material y diplomático.

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