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Reportaje:Campaña electoral en el País VascoPNV

Los nacionalistas tienen ventaja en los comicios autonómicos

En las elecciones legislativas de 1979, el PNV no hizo sino consolidar sus anteriores posiciones como primer partido de Euskadi, experimentando una fuerte alza en Alava, que compensó el retroceso que experimentó en Guipúzcoa. En las elecciones autonómicas de 1980, las alzas del PNV en las tres circunscripciones vascas fueron sustanciales, alcanzando el 37,6% de los votos válidos, máxima cota alcanzada por este partido hasta la fecha.En las elecciones legislativas de 1982, el PNV, si bien experimentó un descenso con respecto a las elecciones al Parlamento vasco, subió considerablemente de porcentaje respecto a las legislativas de 1979. Consolidó su puesto de primer partido en Euskadi, sufriendo sólo alguna pérdida con respecto a 1979 en Álava.

El análisis del voto del PNV en los municipios mayores de 15.000 habitantes permite subrayar que en Álava es donde la influencia peneuvista es menos patente, aunque hay que registrar su fuerte recuperación en Llodio y Vitoria en las elecciones municipales de 1983, superando en ambos municipios al PSOE.

En Guipúzcoa, la influencia del PNV se expresa sobre todo en Andoáin, Mondragón, San Sebastián, Tolosa, Vergara y Zarauz. Hay que señalar que en las elecciones municipales de 1983 logró arrebatar la primacía al PSOE en Éibar y Pasajes. En Vizcaya son zonas de predominante influencia peneuvista Amorebieta-Echano, Bilbao, Berineo, Durango, Galdácano, Guecho, Guernica y Lejona.

Al revés del PSOE

El comportamiento electoral del PNV es casi simétricamente opuesto al del PSOE en los municipios que estamos estudiando. A todo lo largo del ciclo que se inicia en 1979 su trayectoria es creciente. Entre las elecciones legislativas de 1979 y las municipales de ese mismo año sus porcentajes subieron en 26 de estos 27 municipios, manteniendo el mismo porcentaje en Llodio. Entre las elecciones municipales de 19,79 y las autonómicas de 1980 su comportamiento tendió también ligeramente al alza: sube en el 37% de estos municipios, baja en el 33,3% de ellos y se mantiene en el 29,6%. Es decir, el PNV, en este ciclo electoral, alcanzó prácticamente su máxima cota en las elecciones locales, y la mantuvo, quizá elevándola en algo, en las elecciones autonómicas.

En las elecciones legislativas de 1982, el PNV inicia un ciclo en el que se coloca a un nivel superior que al inicio del ciclo anterior. En todos estos rnunicipios sus resultados de 1982 fueron superiores a los de las legislativas de 1979, salvo en Vitoria y Bermeo.

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Si, para comprobar -como hemos hecho cn el caso del PSOE que efectivamente el PNV se sitúa en el ciclo, electoral de 1982 a un nivel superior que en el de 1979, comparados de las dos elecciones municipales habidas, constatamos que el PNV ha subido entre ambas en el 55,5% de estos municipios, ha perdido porcentaje en un 33,3% y se mantiene invariable en un 11,1%.

El PNV, por tanto, por su carácter de partido estrechamente imbricado en el tejido social vasco, obtiene sus máximas cotas en las elecciones locales y en las autonómicas. Por ello, por tener sus votantes una fidelidad de voto similar a la indicada para el PSOE y por hallarse en un ciclo más alto que el de 1979, es de esperar que los resultados que obtenga en las próximas elecciones al Parlamento vasco sean más altos que el 31,2% que obtuvo en las elecciones legislativas de 1982 y que sean muy inferiores al 37,6% que obtuvo en las elecciones autonómicas de 1980.

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