Los trabajadores han asumido que el incremento salarial rondará el 6,5%, segun Jiménez Aguilar
"Los trabajadores saben que las subidas salariales serán este año del 6,5%, aunque es legítimo que los sindicatos planteen incrementos mayores", afirmó Juan Jiménez Aguilar, presidente de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME), organización integrada en la CEOE, durante el coloquio que sobre negociación colectiva tuvo lugar ayer, organizado por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD). En otro foro, Julian Ariza, de CC OO, dijo que la negociación va a ser dura y difícil.
Juan Jiménez Aguilar, que con José María Cuevas, secretario general de la CEOE, Fabián Márquez y Julio Sánchez Fierro, técnicos de la citada organización, participó en la citada reunión, destacó que, fundamentalmente, la conflictividad registrada en los últimos días no tiene como objetivo principal la negociación colectiva, sino los planes de reconversión industrial. A su juicio, los trabajadores han asumido que este año sus salarios crecerán en torno al 6,5%. No obstante, reconoció que la falta de un acuerdo marco estanca las negociaciones. Y advirtió de la existencia de una "guerra infor mativa sobre incrementos salariales pactados en convenio". Afirmó que en la mayoría de los convenios las subidas oscilan entre el 5,63% y el 7,2%.Jiménez Aguilar manifestó que el pago a cuenta de las subidas de convenio "es un derecho de los empresarios" y tiene un doble objetivo: frenar la conflictividad y atenuar los problemas de tesorería que plantea a las empresas el pago con carácter retroactivo de los incrementos pactados.
José María Cuevas, que había explicado el proceso de concertación social seguido en nuestro país en los últimos años, aseguró a preguntas de los asistentes que "no hay ninguna evidencia que permita pensar que puede haber acuerdo para este año". No obstante matizó que "una situación de conflictividad puede llevar a un Gobierno responsable a transmitir mensajes sobre la necesidad de reabrir acuerdos en materias relacionadas, de una u otra fórrna, con la negociación colectiva".
Cuevas afirmó que nunca eran descartables los pactos sobre los grandes temas de la conflictividad. Pero insistió en que un acuerdo marco, que había hecho imposible una política económica, no parecía posible que se produjera.
Fabián Márquez planteó el tema de la autonomía de las partes en la negociación colectiva, y se mostró partidario de establecer un mayor liberalismo en el derecho laboral que, en su criterio, se encuentra excesivamente "encorsetado". "No cabe", dijo, "sustituir la autonomía de las partes en la negociación por la extensión de un convenio. Eso sería en el fondo un laudo, aunque se le llamara de otra forma".
En el caso de la empresas públicas, Fabián Márquez mostró su preocupación por el hecho de que empresas en crisis tuvieran incrementos salariales mayores que los de otras en mejor situación. Aún mostrándose defensor de los convenios como norma, matizó que hay que tener en cuenta las circunstancias en las que se firmaron los mismos. Para Fabián Márquez, si las circunstancias cambian, lo lógico es cambiar el convenio.
En otro foro -una reunión con periodistas económicos-, Julian Ariza, responsable de relaciones políticas y unitarias de CC OO, dijo que la negociación va a ser dura y difícil, que la ausencia previa de contactos con el Gobierno agravará la situación económica, y que la CEOE va en exceso hacia tesis "liberal-conservadoras".
