Una joven de 23 años muere por sobredosis de heroína en un centro de desintoxicación

María del Mar Eusebio, de 23 años de edad, fue encontrada muerta el jueves por la mañana en un lavabo del sanatorio Doctor Esquerdo. La muerte se produjo, según las conclusiones de la investigación policial, por sobredosis o adulteración de heroína. La joven se encontraba internada en el centro desde el 19 de diciembre, precisamente para someterse a una cura de desintoxicación.El director del sanatorio, doctor José Santiago Doncel, puntualizó ayer que la joven se encontraba bastante recuperada de su drogadicción, y que el miércoles por la tarde, acompañada por sus padres, salió del sanatorio durante algunas horas. Volvió aproximadamente a las once de la noche, sin que se le advirtiera nada anormal.

La muerte le sobrevino en la madrugada del jueves. Su cuerpo fue hallado por la mañana en un cuarto de baño de la unidad de toxicómanos número 3 del citado sanatorio. Tenía dos pinchazos en el brazo y la jeringuilla estaba caída en el suelo. Uno de los pinchazos, posiblemente el que le acarreó la muerte, presentaba una ligera hinchazón y aspecto amoratado.

Su novio murió por droga

El sanatorio Doctor Esquerdo se encuentra en la avenida de los Poblados, 11, enfrente de la entrada principal de la cárcel de Carabanchel. Especializado en el tratamiento de enfermedades nerviosas, hace unos seis años que creó la unidad de tratamiento de toxicómanos, formada por cuatro habitaciones, tres de ellas dobles y una individual. El número máximo de toxicómanos admitidos en el centro, según su director, es de siete personas, atendidas por. Los gastos de estancia suponen 4.500 pesetas al día, a lo que hay que añadir el coste de la medicación.El doctor Doncel, de acuerdo con las informaciones que ha podido recabar, declaró que el novio de la joven había muerto hacía unos meses, también por sobredosis o adulteración de heroína, lo que pudo haber influido en el ánimo de la muchacha. El doctor Doncel añadió que, según la experiencia recogida en estos años en el sanatorio, la mayoría de los toxicómanos no acude allí con una voluntad real de abandonar la droga definitivamente, sino, fundamentalmente, porque llega un momento en que necesitan rebajar su grado de dependencia.