Goh Keng Swee,

jefe del Gobierno y ministro de Educación de Singapur, ha decidido celebrar el llamado año orwelliano poniendo en práctica las predicciones del autor de 1984. En un esfuerzo por aumentar la reserva de talento nacional, el ministerio del ramo ha diseñado un plan para favorecer a los listos y castigar a los tontos, según la agencia Efe. A partir de ahora, los hijos de madres que hayan dejado constancia de su inteligencia, ya sea a su paso por la Universidad, ya en el desempeño de su trabajo, tendrán un puesto en las mejores escuelas del país. A dichas madres, además, se les insta a que tengan más hijos. Las otras mujeres, las consideradas menos inteligentes, deberán esterilizarse o tendrán que limitar a dos el número de sus hijos. Y éstos, sospechosos de ser tontos, habrán de conformarse con acudir a los peores centros escolares.