La FISA da por buena la gasolina utilizada por Nelson Piquet

La Federación Internacional del Deporte Automovilístico (FISA) dio por buena la gasolina utilizada por el Brabham-BMW_que dio al brasileño Nelson Piquet el título de campeón del mundo de Fórmula 1. El veredicto de la federación se produjo tras la denuncia de la escudería Renault, a la que ahora, pese a todo, se ha sumado el equipo Ferrari. Según la FISA la gasolina utilizada por los coches.Brabham-BMW, analizada tras las carreras de Alemania, Italia y Suráfrica, está dentro de los límites admitidos por la reglamentación vigente, y sólo se trata de una pataleta de unos, equipos que no han sabido digerir sus derrotas.El reglamento técnico por el que se rige la Fórmula 1 especifica que la gasolina utilizada por los coches que disputen en el campeonato del mundo debe ser del tipo comercial, que se encuentra en las estaciones de servicio al público. Sin embargo, no sólo la escudería Brabham-BMW, sino todas las de más, incluidas Renault y Ferrari, utilizan su propia gasolina Todos los equipos llevan su propio combustible en camiones-cisterna, con los que se autoabastecen.

De esta forma, las escudería que participan en el mundial se aseguran un combustible sin impurezas y acorde con las necesidades de sus motores. En ningún caso son gasolinas comercializadas, porque, el índice de octanos que admite la Federación Internacional es de 102, muy superior al que generalmente se vende en las gasolineras de todo el mundo, que no supera los 98 octanos.

Al margen de esto, resulta bastante complejo medir el octanaje en un análisis del combustible. Según las características y el sistema empleado por el laboratorio encargado del trabajo, los resultados suelen ser diferentes. De ahí que los laboratorios admitan un margen de tolerancia en esos resultados.

La gasolina utilizada por la escudería Brabham, facilitada en todos los casos por el departamento de competición de la fábrica alemana occidental BMW que suministra los motores al equipo, fue analizada en tres ocasiones en el transcurso de la temporada recién terminada. El resultado fue que el índice de octanos era de 102,8, dentro del límite de 102 octanos fijado por la FISA sumado a la tolerancia admitida por los diferentes laboratorios encargados del análisis.

En la protesta inicial de Renault se argumentaba también que la gasolina tenía una densidad por encima de la admitida por la reglamentación de la FISA, pero, curiosamente, en dicha reglamentación no se fija el límite máximo.