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Una empleada

de la limpieza, de 35 años, cuyo nombre corresponde a las iniciales A. A. R., quedó encerrada a primera hora de la mañana en una caja fuerte de la sucursal del Banco Central situada en el número 65 del paseo de la Castellana. La empleada se encontraba limpiando una de las puertas cuando éstas se cerraron. Tras ser avisado el cajero, que se encontraba en su domicilio, la empleada pudo salir al exterior.

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