Doscientos gitanos impiden en Figueres la detención de un hombre acusado de robos con violencia y violación
Francisco Moreno Santiago, miembro de una banda de cuatro individuos calificados como "muy peligrosos" y buscados por la policía como presuntos autores de robos con violencia y violación, fue detenido el pasado martes en una operación abortada en parte por casi 200 miembros de la comunidad gitana del barrio Culubret, de Figueres (Gerona) en el que vivían los delincuentes. La actuación de los vecinos, que increparon y agredieron a las fuerzas del orden, permitió la huida de Felipe Moreno, que se encontraba ya esposado.
Un tercer miembro de la banda, José Salinas de la Santísima Trinidad, había sido detenido en Gerona el pasado día 4, dos días después de cometer la última de sus acciones: había atacado y violado a dos jóvenes en las inmediaciones de Figueres. El fugado y un cuarto miembro del grupo, un muchacho joven del que no se ha facilitado su identidad, están siendo buscados intensamente.Los hechos que complicaron la detención comenzaron el martes en el bar Tramontana, de Figueres, donde los hermanos Felipe y Francisco Moreno Santiago habían acudido como clientes. La irrupción de los agentes para detenerles causó la protesta de las 30 o 40 personas que en aquel instante se encontraban en el interior del establecimiento. Al salir con los detenidos ya esposados, los policías tuvieron que hacer frente a un gran número de gitanos que, comandados por familiares de los detenidos, pretendían ponerles en libertad. Profiriendo gritos, lanzando piedras y repartiendo mordiscos, arremetieron contra los agentes, quienes efectuaron algunos disparos al aire. En medio de la confusión, Francisco logró huir.
Acusaciones de violación
Los hermanos Moreno Santiago y el cuarto miembro del grupo, todavía sin identificar, estaban siendo buscados intensamente por orden judicial desde el pasado día 4, cuando fue detenido en Gerona José Salinas de la Santísima Trinidad. En sus declaraciones ante el juez, Salinas admitió su participación en un número de delitos de robo con violencia y violación no inferior a 10. A la banda se le imputan, entre otras actuaciones, la violación de una súbdita británica que, en compañía de su esposo, se encontraba en una área de descanso de la autopista A 17, que conduce a Francia.La banda se dedicaba preferentemente a atacar parejas que se encontraban en lugares apartados en el interior de vehículos. Es difícil precisar el número de delitos cometidos por el grupo. Fuentes policiales han señalado a EL PAIS que se conocían las andanzas de la banda por las inmediaciones de Figueres desde mediados de noviembre pasado. En este tiempo podrían haber cometido cinco violaciones, de las que sólo tres han sido denunciadas. No se descarta que el grupo sea autor de otros delitos semejantes perpetrados durante los últimos 15 meses en las inmediaciones de la capital.
La actuación protagonizada por los miembros de la comunidad del barrio Culubret el pasado martes ha sido criticada duramente por los payos, que durante los últimos meses han mostrado su oposición a la construcción de un grupo de viviendas de carácter social proyectado por el ayuntamiento y la Generalitat para albergar a los gitanos. Estas chabolas fueron construidas hace algún tiempo, después de que una "operación de limpieza" ordenada por un concejal de Convergéncia privara a los gitanos de casi todas sus viviendas y enseres.
