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Dankert vincula el ingreso de España a la solución de los problemas comunitarios

"La CEE tiene en Atenas dos graves problemas por resolver: el agrícola y el financiero", señaló Pieter Dankert, presidente del Parlamento Europeo, después de la visita relámpago que hizo a España para debatir con el presidente del Gobierno español, Felipe González, a superación de la crisis comunitaria y el ingreso de España. Dankert expresó su opinión favorable a que las adhesiones de España y Portugal se produzcan al mismo tiempo y su esperanza de que una solución en los problemas económicos permitirá concluir las negociaciones para la ampliación en 1984. A su llegada a España había expresado también una velada advertencia: "En esta fase final sería deplorable que la opinión pública española no pudiera controlar un sentimiento de frustración respecto a una comunidad que se desarrolla sin su presencia".El presidente del Parlamento Europeo, órgano legislativo de la CEE, declaró ayer, en una conferencia de prensa celebrada en Madrid, que la institución que él preside es partidaria de que la negociación para la adhesión de España y Portugal sea simultánea y que la fecha para el ingreso de los dos países, sea única. "Debemos evitar lo que pasó con el ingreso de Greüa", dijo, "ya que existen razones políticas para que la negociación sea conjunta. Dankert se entrevistó ayer con el presidente del Gobierno español, Felipe González, para conocer la postura española de cara a la "decisiva" cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la CEE que se celebrará en Atenas del 4 al 6 de diciembre próximo.

Agricultura y presupuestos

En la reunión de Atenas, señaló Dankert, los países comunitarios han de buscar una solución a los dos problemas acuciantes para el futuro comunitario: la reforma de la política agrícola común (PAC) y la asfixia presupuestaria, conexionados entre sí ("si no se reforma la PAC no habrá posibilidad de conseguir nuevos recursos"). El presidente del Parlamento Europeo puso, no obstante, serias objeciones a que pueda prosperar la propuesta griega de incrementar la contribución de cada país comunitario en 1,8 puntos. "Lo razonable es esperar que se produzca un incremento máximo de 1,4 o 1,5 puntos", dijo.

El problema de la adhesión está ahora íntimamente relacionado con la superación de la crisis interna de la CEE. Si hasta ahora el problema de la ampliación a 12 miembros era despejado hasta la resolución de los problemas internos, en estos momentos, manifestó Dankert, "no se puede esperar más y de Atenas ha de salir la solución también para la entrada de España y Portugal, cuyas negociaciones deben concluir dentro del año 1984".

Reconoció, no obstante, que el desarrollo comunitario se ha visto condicionado no sólo por la crisis económica, sino, especialmente, por las subsiguientes tendencias nacionalistas que han surgido en el seno de la CEE. El éxito en los problemas que acucian a la Comunidad supondrá la solución también para España, pero, recordó, "la Asamblea francesa tendrá que ratificar nuevos recursos propios".

El balance de la visita, se enmarca, según señaló ayer Manuel Marín, secretario de Estado para las Relaciones con las Comunidades, que acompañó a despedir a Dankert al aeropuerto, en obtener el máximo de información con vistas a la cumbre de Atenas. Los problemas internacionales, en especial la situación en Centroamérica, ocuparon también una parte de las conversaciones con Felipe González, dada la "influencia decisiva que España tiene en el área". "Desde un punto de vista europeo", dijo Pieter Dankert, "debemos hacer algo para evitar una sangría en Nicaragua y El Salvador".

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