Los mercados resistieron tras las alzas precedentes
La bolsa resistió. Esta primera impresión, quizá la conclusión más importante de las reuniones de ayer, fue el mensaje tranquilizador concreto que se intentaba difundir desde sectores interesados en el acontecer diario de los mercados de valores hacia el exterior, como último argumento para avalar la firmeza que vienen manifestando las cotizaciones de los principales valores contratados.Concretamente, ayer mereció una mención especial el comportamiento del grupo eléctrico. Estos valores, tras las importantes mejoras que experimentaron el miércoles, sufrieron ayer unos pequeños toques a la baja, de los cuales consiguieron salir con notable prestancia ofreciendo al término de las reuniones un balance negativo en cuanto a las pérdidas que reflejaban sus cotizaciones, pero notablemente esperanzador por la demanda generada tras las breves realizaciones de beneficios experimentadas.
Prácticamente nadie, en los parqués españoles, era capaz de apostar a primeras horas de la mañana de ayer por una resurrección de la demanda tras los primeros devaneos negativos para los precios de los títulos de las eléctricas, lo que constituyó un auténtico espaldarazo para los incondicionales del optimismo.
Junto a esta circunstancia destacaba el comportamiento de los más insignes representantes del grupo bancario. Los miedos en este grupo siguen estando a la orden del día. Pero un mayor nivel de receptividad para con la. actitud de los compradores también se ha constituido en un fenómeno bastante característico del comportamiento de estos valores. Parece como si se estuviese produciendo una dicotomía entre los responsables bursátiles de estas entidades y aquellos círculos en los que cae el último poder de decisión de estas mismas entidades. Los primeros, en general, aparecen extremadamente sensibilizados a la responsabilidad que se les atribuye en el mercado de valores. Responsabilidad que se traduce directamente en su hipotética obligación de acompañar, cuando no abanderar, el proceso alcista de la bolsa. Los segundos, mucho menos receptivos, parecen continuar estudiando los problemas que se derivarían de un comportamiento eufórico de sus respectivas entidades, al socaire de las conveniencias políticas.
En tomo a los demás sectores, la atención de los operadores a corto plazo continuó centrada en torno a los valores del grupo de alimentación, donde El Águila ha pasado a constiturse en un objeto propio de liturgia. "Quien crea en mi que me siga", parece ser el mensaje que se lanza desde las proximidades de esta sociedad. Y lo cierto es que, con los datos que hoy se conocen, la inversión en estos títulos más responde a un artículo de fe que a una decisión consciente derivada del análisis financiero de una compañía. Es cierto que la última máxima bursátil parece funcionar, y mientras algo suba es porque debe ser bueno; sin mas.
Para las reuniones de hoy, jornada en la que se conmemora el aniversario de San Carlos Borromeo, patrón de la banca, se espera una definición más o menos clara por parte de estas entidades. La necesidad de este fenómeno, junto con las ganas que se pueden apreciar por parte de los inversores, la hacen casi indispensable. Si se produce, puede aportar algún elemento clarificador, siempre susceptible de ser sometido a la correspondiente cuarentena. Si no se da, sólo cabrá esperar.
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