Un recluso de ideología libertaria fue hallado muerto en la prisión de Carabanchel
Un recluso de la prisión de Carabanchel (Madrid), que se encontraba en prisión preventiva, acusado de pertenecer a bandas armadas, se suicidó el sábado por la noche en su celda con una cuerda que había trenzado él mismo, según informaron responsables de este establecimiento penitenciario. El fallecido, Jacinto Ávalos Cardona, de 30 años de edad, "era introvertido, hacía vida solitaria y no se metía con nadie", señaló ayer un funcionario de la Inspección Penitenciaria.
El cadáver de Jacinto Ávalos, que estaba acusado de pertenecer a los Grupos Anarquistas Revolucionarios (GAR), según fuentes consultadas por Europa Press, fue encontrado por funcionarios de esta cárcel minutos antes de la una de la madrugada de ayer, domingo, en su celda en la prisión de Carabanchel.El cadáver fue trasladado al Instituto Anatómico Forense, donde se le practicó la autopsia. El informe forense determinó que la muerte se había producido entre dos y cuatro horas antes del momento de ser descubierto el cuerpo sin vida. Ávalos fue hallado suspendido por el cuello de una cuerda, que probablemente había trenzado él mismo con un trozo de sábana, atada a una barra de hierro de la mampara que separa el cuarto de aseo del resto de la celda. En principio, su muerte se ha calificado de suicidio.
No vió 'El prisionero de Zenda'
El hallazgo se produjo al realizar los funcionarios el recuento nocturno en la sexta galería de la prisión, una vez finalizado el programa de TVE Sábado cine, que esa noche emitió la película El Prisionero de Zenda. Jacinto Ávalos no se había quedado a ver la película, según otros reclusos informaron a los funcionarios. Había cenado, en compañía de otros tres presos anarquistas, entre las 20 y las 21 horas.Los informes de que disponen las autoridades penitenciarias sobre la personalidad del fallecido indican que "había observado una actitud correcta durante el año de permanencia en la prisión; apenas hablaba con los funcionarios e incluso se relacionaba muy poco con el grupo de personas de ideología libertaria que se encuentra internado en Carabanchel". Jacinto Ávalos, natural de Tarrasa (Barcelona), estaba en prisión preventiva. Ingresó en la cárcel Modelo de Barcelona en enero de 1981, bajo la acusación de pertenecer a bandas armadas y tenencia ilícita de armas. En noviembre de 1982 fue trasladado a Carabanchel para asistir en Madrid al juicio, en el que fue condenado a una pena de cuatro años y dos meses de reclusión por el primero de los delitos y a un año por el segundo.
Otros cuatro reclusos han muerto de forma violenta en la prisión de Carabanchel en lo que va de añor Luis Quesada, en abril; Rafael Muñoz y Roberto Candelas, en junio; y Jacinto Calvo, en septiembre. Los cuatro fallecieron apuñalados en reyertas o por supuestos ajustes de cuentas.
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