Vecina se enfrenta al Barça por el derecho de retención
Rafael Vecina, 2.04 metros de estatura y 19 años de edad, está en paro forzoso. Es jugador de baloncesto e integrante de la selección española júnior. Vecina está inmerso en un contencioso con el Barcelona, que solicita dos años de inactividad para él. El Comité de Competición de la Federación Catalana falló de forma ambigua. Vecina y Barça esperan la resolución del Comité de Apelación, que se hará pública esta semana.
La extraña situación de Vecina se inició el pasado mes de junio, cuando se planteó su futuro en el Barcelona, tras cuatro temporadas en el club azulgrana. Entonces habló con el técnico Antoni Serra quien, con toda claridad, le expuso la conveniencia de ser cedido a un club que no fuera rival directo del Barça. Vecina se entrevistó entonces con el delegado de baloncesto, Carles Bagué, para solicitarle la carta de libertad. La negativa de Bagué fue rotunda. A Vecina, al parecer, le llegó a amenazar Josep María Miralles, delegado de las secciones del club, "con barrer antes la pista" que ir al Joventut, club que le asegura un trabajo para su padre.El Barcelona presentó un expediente en la Federación Catalana solicitando la sanción máxima para Vecina. En el expediente se afirma que no se pudo llegar a un acuerdo con él al estar disputando el Mundial júnior durante el período de tramitación de fichas, aunque éstas se hallaban a disposición de los clubes con mucha antelación a la finalización de la temporada y mucho antes del Mundial de Palma. Igualmente, el Barcelona mencionó el artículo 99 del reglamento general de la Federación Española de Baloncesto. Dicho artículo dice que se pueden tener dos, jugadores fichados además de los nueve estipulados, para cubrir una posible baja. Estos serían jugadores que de pleno acuerdo con el club se entrenarían con el primer equipo. Se habla de fichar, no de retener. El club culminaba sus conclusiones solicitando la retención y la penalización, contemplada en el artículo 248, que supone dos años de suspensión para el jugador.
El Comité de Competición tomó su resolución considerando que un club no puede inscribir a nadie sin su previo consentimiento y -no reconociendo ninguna vinculación entre el Barcelona y Vecina, pero dando razón al club en el derecho de retención. Afirmó que no se podía sancionarle ya que no tenía ficha con el club. Sobre la solicitud del jugador, no había lugar a la carta de libertad ya que fue su voluntad expresa el no suscribir contrato por el Barcelona.
La decisión, muy ambigua, no satisfizo a ninguna de las dos partes, y ambas recurrieron ante el Comité de Apelación. El Barcelona se reiteró en su solicitud de pedir la sanción máxima. El jugador reafirmó las contradicciones de las pruebas barcelonistas, el escaso interés del club e insistió en la solicitud de la carta de libertad.
El fallo del Comité de Apelación se espera para las próximas horas. Si el jugador no obtiene la libertad solicitada, quedan algunas cuestiones legales a emprender por su parte: un recurso al Comité Superior de Disciplina Deportiva o al propio Defensor del Pueblo. El Barcelona, por su parte, ante un fallo desfavorable, recurrirá a los tribunales ordinarios de justicia.
Vecina, pendiente del servicio militar, quizá adelante su incorporación a filas o bien viaje a Estados Unidos. De momento ya no se entrena con el Montgat y está aquejado de una dolencia en la misma rodilla que fue operada hace dos años.
Jugador, Barcelona y Joventut aguardan el fallo del Comité de Apelación. Al margen del veredicto, parece claro que Vecina no jugara mas en el Barcelona, aunque quizá tendrá que esperar dos años para vestir la camiseta del Joventut.
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