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La serenidad del Madrid ganó al desconcierto barcelonista

Alex Martínez Roig

Un Barça-Madrid no deja indiferente ni al más imparcial. Anoche se vivió en el Camp Nou un partido emocionante, aunque sin calidad entre los dos grandes. La impotencia del Barcelona en sus ataques contrastó con la serenidad y seriedad del planteamiento madridista.Al Barça le faltaban ayer Schuster y Maradona. Parece ser que ellos son los únicos que salvan al equipo de una mediocridad preocupante. Ayer al Barça le faltaron sus dos cracks, y el técnico Menotti no acertó en su sustitución. Hasta que no saltaron al campo Urbano y Pichi Alonso -y lo hicieron muy tarde-, nadie mantenía la cabeza fría en el equipo blaugrana. Los ataques eran continuos vendavales, pero se estrellaban una y otra vez contra el muro blanco.

En el Madrid todo funcionó mejor. Llegó un penalti favorable muy pronto, y un fallo de Migueli y Urruti en el instante ideal para mantener la calma y la ventaja. Además, Lozano y Gallego -sobretodo el primero- acertaron a la hora de poner en marcha el dispositivo atacante. El contraste entre los ataques de uno y otro equipo eran evidentes. El Barça lo hacía alocadamente y confiando en las individualidades. El Madrid lo hacía en bloque y conjuntado.

Lozano hizo ayer de Cuningham. El jugador inglés fue un incomprendido durante su larga estancia en Madrid, y su mejor partido lo realizó en el Camp Nou en 1979. Fue la última victoria del equipo blanco en el estadio barcelonista. Lozano es el último artista del fútbol español. También ha recibido críticas, y también redondeó un sensacional partido en su primera visita al Camp Nou. Sus regates, su forma de tocar el balón es una gozada para los que aprecian el fútbol de calidad. Claro que ayer no estaba Maradona para darle réplica.

Tres goles en siete minutos

Barça y Madrid pusieron sus cartas sobre la mesa desde el primer minuto de juego. El equipo catalán salió a atacar, y el madrileño a contraatacar. Hubo jugadas inútiles durante los primeros minutos, con muchos fallos en el pase en ambos equipos, hasta que llegaron los siete minutos locos. En el minuto 12, penalti tonto de Carrasco. En el 16, Camacho devolvía el favor. En el 19, Migueli y Urruti regalaban otro gol.El acierto del Madrid fue mantener su ritmo, y no defender el exiguo 1-2. Lozano, Gallego y Stielike mantuvieron su estructura ofensiva. Cada vez que dominaban un balón, levantaban la cabeza y miraban a los atacantes. Así, el Barça nunca pudo estar tranquilo. Siempre tuvo que atacar mirando por el rabillo del ojo donde estaban Juanito o Santillana.

La defensa madridista no fue un bloque monolítico, pero los delanteros barcelonistas no supieron aprovecharlo. Carrasco y Marcos se perdieron con gambeteos por el centro del campo y descuidaron su mejor calidad, que es jugar pegados a la banda. Quini dernostró ayer que ha perdido velocidad punta. En dos ocasiones llegó tarde a balones mal retrasados.

Pocas oportunidades claras hubo desde los goles hasta el final de la primera parte. Sólo dos. En el minuto 21, Lozano lanzó un potente disparo que se escapó de las manos al ayer inseguro Urruti. En el 25, Julio Alberto, solo, chutó al cuerpo de Miguel Ángel.

La segunda parte fue mas movida. El Barça saltó al campo con la urgencia histórica de la que tanto se queja Menotti. El técnico argentino no acertó ayer a calmar a sus hombres en el vestuario.

Las oportunidades también se repartieron. En el minuto 50, Urruti despejó apuradamente una falta lanzada por Juanito. En el 59, Julio Alberto se quedó solo y chutó sin mirar. La portería estaba a la derecha de donde él creía. Poco después, Carrasco cogió el balón casi en su propia área defensiva y, tras una carrera preciosa, centró hacía Víctor que se encontró con el viejo zorro Miguel Ángel que le arrancó el balón de los pies. Se pidió penalti, y lo cierto es que el portero tocó al delantero, pero también al balón.

Pese al constante acoso del Barça -que buscó el empate con un espíritu de lucha que no existía otros años-, el Madrid fue el que tuvo más clara la posibilidad de marcar en una genialidad de Lozano. Alexanco le regaló el balón, y el ex emigrante disparó muy rápido a la base del poste. Urruti tuvo que arriesgar su hombro -chocó contra el poste- para despejar.

El Barça ganó cinco veces al Madrid la pasada temporada. Ésta ha comenzado de forma totalmente distinta. Tenía mucha razón Di Stéfano cuando decía, horas antes del partido, que "la diferencia entre mi equipo y el Barça es Maradona".

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Sobre la firma

Alex Martínez Roig
Es de Barcelona, donde comenzó en el periodismo en 'El Periódico' y en Radio Barcelona. En EL PAÍS ha sido redactor jefe de Deportes, creador de Tentaciones, subdirector de EPS y profesor de la Escuela. Ha dirigido los contenidos de Canal + y Movistar +. Es presidente no ejecutivo de Morena Films y asesora a Penguin Random House.

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