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Violento enfrentamiento entre vigilantes jurados de Madrid 2 y parados del barrio del Pilar, que fueron separados por la policía

Trabajadores en paro del barrio del Pilar y vigilantes jurados del centro comercial Madrid 2 se enzarzaron ayer en una violenta pelea cuando los segundos intentaron desalojar de la acera a los desempleados que manifestaban su apoyo al grupo de 10 personas que desde hace 15 días están encaramadas en las jardineras colgantes que adornan la fachada del complejo, para pedir que se de empleo en el centro a los parados del barrio. La Policía Nacional intervino para separar a los contendientes, mientras 2 coches de la Policía Municipal trasladaban a la casa de socorro a dos personas, con fuertes ataques de nervios.

Durante toda la mañana de ayer, alrededor de un centenar de curiosos y trabajadores en paro, miembros de la Coordinadora Autónoma de Parados y Activos (CAPA), ocuparon de forma pacífica la acera de la avenida de Monforte de Lemos, frente al lugar donde un grupo de compañeros están encaramados en las jardineras colgantes del centro, día y noche, desde hace 15 días, para pedir que parte de los puestos de trabajo del centro comercial se reserven a desempleados del barrio. Una treintena de vigilantes jurados, dos o tres de ellos con perros, permanecían en las esquinas cercanas.El enfrentamiento estalló poco antes de la una de la tarde. Uno de los parados, con ayuda de un megáfono, pidió "no descuidar la vigilancia", y anunció que el centro comercial no se podrá inaugurar en la fecha prevista, el próximo día 25, en tanto la dirección no se avenga a negociar con la CAPA sus reivindicaciones. Los vigilantes jurados, dirigidos por un jefe de seguridad vestido de paisano, empujaron a los congregados y emplearon vallas metálicas con las que pretendían expulsarlos de Ia acera. Algunos vecinos se opusieron y profirieron insultos contra los vigilantes.

Uno de los vigilantes golpeó con la porra a un hombre, de nombre Ángel, que se abalanzó sobre su agresor, y la pelea se generalizó. En medio de la confusión de empujones y puñetazos propinados por todos contra todos, uno de los vigilantes recibió un fuerte golpe en el estómago. La Policía Nacional acudió a separar a los dos bandos, y lo logró tras unos minutos de desorden. Los protagonistas de la protesta cortaron la calle con las vallas, con lo que en pocos minutos se formó un considerable atasco.

El vecino que había recibido el primer golpe cayó poco después al suelo, presa de un ataque de nervios, y tuvo que ser trasladado en un coche de la Policía Municipal a la casa de socorro. Minutos más tarde, una de las mujeres que hacen guardia en las jardineras, Isabel Pastor, sufría otro fuerte ataque de nervios. Su hija, de unos 14 años, la esperaba llorando en la acera. Una vecina aseguró que tanto la mujer como su marido están en paro hace meses y han sido desalojados de la vivienda.

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