48 partidos de sanción en el partido Mensajero-Tenisca

Un partido de Tercera División, el Mensajero-Tenisca, con dos clubes de Santa Cruz de la Palma, mereció un total de 48 partidos de suspensión, repartidos entre ocho jugadores de los dos equipos y el masajista de uno de ellos. El campo del Mensajero, en el que se disputó el encuentro, ha sido clausurado por 3 partidos y multado con 25.000 pesetas, y uno de sus directivos, Hernández Herrero, inhabilitado por seis meses, por pegar al árbitro.Las sanciones impuestas por el Comité de Competición son las siguientes: 11 partidos de sanción a Nuño Peña, por pegar a un juez de línea; 6, a Sanjuan Martín, por derribar al árbitro con una zancadilla; 5, a Lorenzo Rodríguez, Almenara Pérez y Ramos León, por insultar grave y reiteradamente al árbitro, todos ellos del Tenisca. También se impuso 3 partidos a Márquez Fernández, del Mensajero, que se negó a salir del campo después de ser expulsado; y dos partidos, a García Pérez, del mismo equipo, por incitar al público contra el árbitro, y a Carmelo Martínez, del Tenisca, por agresión a un contrario. El masajista del Mensajero, Martín Cáceres, fue sancionado con 13 partidos, por pegar a un juez de línea. Cada partido de sanción supone 2.500 pesetas de multa a los jugadores.

El campo del Mallorca, Luis Sitjar, por otra parte, fue clausurado con un partido por los incidentes que se, produjeron al final del Mallorca-Sevilla jugado el pasado domingo. Un jugador sevillista, Serna, ha sido sancionado con cuatro partidos, por emplear medios violentos y lesionar al mallorquín Riado, que tuvo que salir en camilla. Serna, por su acción, no mereció tarjeta alguna por parte del árbitro del partido. El Comité de Competición, para imponer esta sanción, solicitó al Mallorca el parte médico de la lesión que obligó a Riado a abandonar el campo en camilla. El Comité de Competición, también acordó ayer abrir un expediente al presidente del Mallorca, Miguel Contestí, por las graves declaraciones que realizó después del partido, en la que llamó ladrón al árbitro del encuentro.