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El Athlétic se mostró autoritario ante el Lech Poznan polaco

Con autoridad venció anoche el Athlétic al campeón polaco clasificándose limpiamente para la siguiente eliminatoria de la Copa de Europa. El central bilbaíno, Goikoetxea, que desde el sábado ha estado en el ojo de un huracán procedente de Barcelona y a quien la federación acaba de sancionar con 18 partidos de suspensión, fue el mejor hombre sobre el terreno, y el autor del tanto que abrió la cuenta de los locales. El público, que todavía ignoraba la sanción, le despidió con una ovación con gritos -de "Goiko, Goiko".Los polacos del Lech, impresionados por el ambiente electrizante y las acometidas rabiosas de sus rivales, apenas pudieron exhibir las cualidades que mostraron en el partido de ida, y su estrella, Okonski, quedó totalmente inédito. Clemente había pedido a sus jugadores mucho corazón y cabeza fría", pero bastó con el primer término del binomio. Los gigantescos defensas polacos son eficaces cuando se les juega en plan técnico, pero fácilmente desbordables cuando se pone a prueba su rapidez de reflejos a base de improvisación, velocidad y casta, las tres armas, nada secretas, que anoche sacó Clemente de su sombrero.

El otro mago del Athlétic, Sarabia, se empeñó ayer en sacar conejos de su chistera, mientras que las palomas del gol, que era lo que tocaba, se le escapaban por la bocamanga. Hasta tres balones de gol se le fueron ayer en los inicios del segundo tiempo, por exceso de preciosismo. Pero la rapidez de Argote, la visión de Sola, la casta de Noriega y todos los demás, suplieron anoche con creces el apagón de la figura.

Jugando en oleadas, a base de anticipación y de acometidas repentinas, el Athlétic creó ayer no menos de una buena docena de ocasiones, y sus jugadores remataron a gol, con mayor o menor puntería, algo así como 40 veces. El promedio fue, pues, de un gol por cada 10 ensayos. Por primera vez desde que comenzó a jugar al fútbol, hace 14 años, Goikoetxea no cometió un solo fallo en todo el encuentro y, además de marcar un soberbio gol, rematé con peligro en casi todas las ocasiones en que se sumó al ataque. Él fue el mejor, pero también rayaron a gran altura Liceranzu, Urkiaga, Sola, Noriega y Argote. De los polacos, el mejor, pese a todo, el portero.

Goicoetxea recibió ayer una recompensa moral. Fue autor de un gol, con la sombra de Maradona a sus espaldas, significativo. Goicoetxea, Maradona aparte, es el jugador que ha marcado el gol español número 500 en la Copa de Europa. Y todo eso mientras era cruelmente sentenciado en un despacho madrileño.

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