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Un club con problemas internos y tensiones graves

La escandalosa goleada del Real Madrid en Málaga ha hecho sonar, nuevamente, el timbre de alarma en el club. Hay tensiones y nervios en varios estamentos de la entidad y ello tiene su reflejo también dentro de la plantilla y en el terreno de juego. Algunos jugadores siguen sin comprender a Di Stéfano en lo que califican como "falta de diálogo". El entrenador, a su vez, es consciente de problemas que no puede resolver y por ello intenta controlar a varios hombres de la plantilla con concentraciones, viajes sorprendentes y avisos de llamadas a las once de la noche. Deportivamente, Di Stéfano tiene que tragar con un problema grave heredado: Metgod. Hay apuestas en los entrenamientos por ver cuantos túneles se le hacen a diario al holandés.La historia, que viene de largo, se reavivó en la pretemporada y con el torneo de Udine, que comenzó un viernes y acabó el domingo. Sorprendentemente, los jugadores se vieron obligados a permanecer en la pequeña localidad italiana otros tres días, sin nada que lo justificase. El miércoles se inició el regreso a España. Más disgustos. De Udine se desplazaron en autocar a Trieste, y de ahí se tomó el primer avión hacia Roma; en Roma larga escala de casi tres horas y nuevo problema con la programación de la comida; de Roma, segundo avión a Madrid, con mínima escala en Barajas, donde los familiares de los jugadores sólo pudieron estar con ellos unos minutos. Antes de coger el tercer avión del día, hacia Santiago, para desplazarse luego a La Coruña de cara al trofeo Teresa Herrera, se formó un lío tremendo porque Di Stéfano no había adelantado la lista de hombres con los que iba a contar.

JOSÉ DAMIÁN GONZÁLEZ, Madrid

G.-D., Londres

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Directivos aburridos

En La Coruña, el Madrid perdió con el Athlétic de Bilbao, y en la consolación logró evitar en el segundo tiempo el ridículo del primero con el Dinamo de Kiev Di Stéfano le da vueltas a la cabeza para intentar variar una fórmula de juego lento, de pase cito corto y al pie, pero le resulta complicado porque no cuenta con los hombres adecuados para ello.

La lentitud de Metgod

Ya algunos directivos de club llegaron a admitir en conversaciones privadas que el juego del equipo "aburría". Pero los problemas se agudizan en otros sectores. Di Stéfano tiene que tragar que Metgod sea el segundo extranjero del club, con el consiguiente desembolso económico, y en un puesto que podría cubrir perfectamente con otros hombres. En los entrenamientos de la Ciudad Deportiva se hacen apuestas a la hora de contar cuantos túneles se le van a realizar al jugador holandés. Metgod, hombre de excelente planta física, buen disparo y evidente honradez profesional, no es el tipo de jugador que guste al técnico. Sarabia, el fino ariete del Athlétic, también le hizo la jugada de la apuesta en La Coruña, por dos veces consecutivas.

En Málaga, la frialdad y lentitudtud del jugador, increíblemente lento al cruce de los delanteros malaguistas, fue uno de los facto res fundamentales de la "descolocación defensiva del equipo", frase ésta última de Di Stéfano. El entrenador madridista reaccionó con ironía cuando se enteró de que Metgod se había comprado una casa de 20 millones en las proximidades de Madrid. Al segundo extranjero, Stielike, se le renovó por dos temporadas millonarias cuando su estado físico no lo aconsejaba. El alemán sigue en lista de espera de su posible paso por el quirófano. Varios directivos tampoco ocultan su inquietud. Si continúan los malos resultados, los aficionados pueden preguntarse cómo el equipo puede tener en nómina a tres extranjeros que no son rentables. Di Stéfano montó en cólera cuando en la concentración de pretemporada en Austria se le informó de la cesión de Laurie Cunningham al Spórting de Gijón. Su enfado tuvo como testigos a algunos hombres de la plantilla. El técnico aún mantenía la secreta esperanza, al menos en privado, de que se encontrara equipo no para el delantero sino para el holandés. Cunningham, el cedido, al margen de su personal idiosincrasia, y de las operaciones y recuperaciones conflictivas que ha sufrido, también ha mostrado su disgusto en los últimos tres años con las decisiones del club en varios momentos culminantes, como cuando se le insinuó que si no quería operarse con el doctor López Quiles tendría que pagarse de su bolsillo cualquier tipo de vi sita médica a otro especialista, extremo que no se realizó con otros jugadores de la plantilla. El ex jugador internacional Benito, por otra parte, le vendió un chalé a Cunningham, a su llegada a Madrid, por 26 millones de pesetas. El club madridista ha sido el encargado, como si de un banco se tratara, de pagar a Benito directamente descontando dinero de las nóminas del británico.

Algunos jugadores no ocultan cierta desconfianza con el entrenador por la falta de diálogo, y su malestar por determinadas decisiones de Di Stéfano. Y éste en alguna ocasión ha avisado con llamadas telefónicas nocturnas para comprobar qué jugadores se encontraban en sus casas a determinadas horas. Por ejemplo, en vísperas del Madrid-Hamburgo, Juanito tenía previsto dar una cena a varios amigos. Di Stéfano comunicó que esa noche iba a llamar, a las once, a los domicilios de cada uno de los jugadores. Juanito se enfadó y no ocultó su disgusto públicamente.

Goleadas

Estas son algunas de las goleadas históricas que ha sufrido el Real Madrid: 1929-30: Español, 8; Real Madrid, 1. 46-47: Oviedo, 7; Real Madrid, 1. 49-50: Athlétic, 6; Real Madrid, 2. 50-51: Real Sociedad, 6; Real Madrid, 2. Barcelona, 7; Real Madrid, 2. Español, 7; real Madrid, 1. Temporada 52-53: Málaga, 6; Real Madrid, 0. 73-74: Real Madrid, 0; Barcelona, 5. 74-75: Zaragoza, 6; Real Madrid, 1. 83-84: Málaga, 6; Real Madrid, 2.

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