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Tribuna
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La jabalina, reminiscencia guerrera y cazadora

Cuatro finales estarán hoy en el programa de los Campeonatos: dos lanzamientos, el peso femenino y la jabalina masculina; una carrera de fondo con obstáculos, los 3.000, y otra de marcha, la máxima de 50 kilómetros, ambas masculinas. Salvo sorpresas, no habrá asombros tipo Lewis, pero sí destacará, por viejas razones, el concurso del venablo, una de las pruebas clásicas del atletismo, con las mayores reminiscencias en la historia de la humanidad.La jabalina ha sido, y aún es, uno de los instrumentos más utilizados por los pueblos primitivos, tanto para la guerra como para la caza. El atletismo, reflejo de las actividades dinámicas básicas del hombre, de los muchos ejercicios que puede efectuar, la recogió como una de las expresiones deportivas en que se puede compatibilizar fuerza y habilidad. La prueba de este lanzamiento formó parte del pentatlón griego y estuvo en los Juegos Olímpicos de la Era Antigua desde el año 708 a. J. C. La era moderna pudo iniciarse en 1792 en Falun (Suecia), precisamente una de las ciudades candidatas derrotadas por Calgary (Canadá), para ser sede de los Juegos de Invierno de 1988.

Escandinavia, Suecia y, sobre todo, Finlandia, cuna de las máximas tradiciones guerreras y cazadoras con la jabalina, han sido los templos sagrados de la especialidad. El sueco Lemming y los finlandeses Myraa y Jarvinen, los dioses. La veneración a este último se ha plasmado en la torre Maratón del estadio de Helsinki, construida con la altura de 72,71 metros, la distancia con que se proclamó campeón olímpico en Los Angeles-32. Leming fue el precursor de la técnica moderna, aunque las variantes, tal como se puede ver a los lanzadores ahora, han sido. muchas. Incluso existió la llamada escuela española, en que se tomaba la jabalina igualmente por su centro, pero tras dar varios giros se lanzaba deslizando la mano hasta uno de sus extremos. Se prohibió por peligrosa, pero también influyó el temor internacional a perder la supremacía a manos de unos desconocidos hispanos.

La carrera de impulso, por ejemplo, llegó a estar inicialmente limitada a unos 10 metros y ahora se permite hasta el graderío, incluso, con más de 20. El gesto del lanzamiento en sí ha variado sensiblemente. Desde el casi circense concurso en que se sumaban lanzamientos con ambos brazos, hasta el sofisticado actual en que se han sumado los mejores movimientos a lo largo del siglo. Tras la colocación de la jabalina hacia atrás (Leming), vino el llamado paso cruzado, una especie de giro del cuerpo para impulsar más el venablo al final. de la carrera, lo que se llamó técnica de cinco tiempos (Myraa).

Jarvinen, el mayor genio, añadió un punto más, el sacar la jabalina desde mucho más abajo, para darle aún más potencia al latigazo con el mayor recorrido del brazo. El polaco Sidlo, el mayor adelantado moderno hizo. una pequeña innovación aún, al bajar incluso todo el cuerpo. En cualquier caso, parece claro que la coordinación entre la carrera y los gestos del brazo son fundamentales, aunque muchos lanzadores -caso Petranoff, el actual plusmarquista- basan casi todo en el latigazo y llegan casi parados a la raya límite del nulo. Un viento en contra no excesivo, junto al planeo de las jabalinas actuales, compensa muchas veces defectos de técnica. Y no hace falta que terminen perfectamente clavadas, al bastar una señal de la punta. Pero los 100 metros, con lo que supone de tope ya en los estadios, casi la longitud del césped, requerirán un freno. Quizá aumentar de peso el aparato, actualmente de 800 gramos y entre 2,60 o 2,70 metros de longitud -600 y 2,30, 2,20, las mujeres-.

A la Segunda Cadena

Los Mundiales, pues, vuelven hoy, tras la jornada de descanso, y para los espectadores españoles con un nuevo desaguisado por parte de RTVE, que los tiene programados en una Segunda Cadena, con sólo cobertura entre el 75 % y el 80 % de¡ territorio nacional. Respetando los intereses de la audiencia infantil y de los aficionados al cine, existen acontecimientos, como ocurrió con el Tour hace bien poco, que pueden interesar incluso a los no metidos en un tema. Si algo es bueno no pasa nada porque sea deportivo. No es de segunda división. Y siempre hay tiempo de ver superratones, fábulas de bosques o champanes para Césares.

Con el horario previsto, además, al ser entre las 17.30 y las 20.30, tampoco se podrá ver en directo gran parte de la jornada, que comienza a las 15.00. Se deberá recurrir nuevamente al batiburrillo del diferido, con el peligro ya consumado días pasados de la pérdida de alguna prueba. Menos mal que los dos comentaristas presentes en Helsinki, José Ángel de la Casa y Gregorio Parra, son una excelente excepción en continua lucha con el desastre de un medio, eso sí, exquisitamente puntual en el horario del miércoles, tras el plantón y el bochorno del martes.

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