Investigar las sectas
En el artículo La senda de las sectas aludían a unos fenómenos de "desprogramación" mental que han sufrido cuatro personas en España. Yo soy una de ellas, creo que la que "está todavía sin hacerse del todo" según dice una de las dirigentes de Pro-Juventud. Por suerte es así, pues la desprogramación es, ni más ni menos, un lavado de cerebro. Fuí reducido físicamente por tres cinturones negros de judo, encerrado en una habitación con la ventana tapiada, y luego sufrí lo que considero que fue una tortura psicológica, durante días y días, a cargo de un norteamericano demente y de un miembro de Pro-Juventud. Después se me obligaba a confesar mi error de ser miembro de uno de estos grupos pseudoreligiosos. Es gracioso que en un libro del psicólogo norteamericano Robert J. Lifton, que versa sobre el lavado de cerebro, que es mostrado por Pro-Juventud y sus adeptos paramostrar la veracidad de sus opiniones, se retrate punto por punto lo que es una desprogramación. Ha sido la peor experiencia de mi vida./
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