Los 'turbo' deben imponerse con facilidad

Las tres escuderías más potentes que utilizan motores turboalimentados, la británico-germana Brabham-BMW, la italiana Ferrari y la francesa Renault, son la máximas aspirantes a la victoria en el Gran Premio de Canadá de Fórmula 1, que se disputará esta tarde en el circuito Gilles Villeneuve, próximo a Montreal.Las condiciones del trazado canadiense, puestas de manifiesto en los entrenamientos oficiales, alejan cualquier probabilidad de que sea un coche con motor convencional el que consiga el triunfo. Salvo averías o accidentes, el francés Alain Prost (Renault), el brasileño Nelson Piquet (Brabham-BMW) y el también francés Patrick Tambay (Ferrari), que ocupan los tres primeros puestos en la clasificación del mundial, deberán alejarse de sus inmediatos perseguidores.

Además de estos tres pilotos, sólo sus respectivos compañeros de escuderías -el francés René Arnoux en Ferrari, el italiano Riccardo Patrese en Brabham-BMW y el norteamericano Eddie Cheever en Renault-, parecen los únicos aspirantes al triunfo en el Gran Premio de Canadá de Fórmula 1.

Únicamente la lluvia podría echar por tierra lo que se presume una fácil victoria de uno de los coches con turbocompresor.

Pese a la impotencia mecánica, el actual campeón del mundo, el finlandés Keke Rosberg, tratará de compensar el desfase con su incuestionable valor y su conducción arriesgadísima y siempre efectiva, para no distanciarse de los anteriores.

Además de Kake Rosberg, los corredores italianos Andrea De Cesaris -beneficiado por la potencia de su Alfa Romeo-, Elio De Angelis -pese a que su Lotus con motor Renault Turbo sigue sin tener fiabilidad- y Michele Alboreto -vencedor el pasado domingo en Detroit, aunque en un circuito urbano totalmente diferente al de Canadá-, cuentan con posibilidades, aunque no muy grandes, para acceder a los puestos de honor.