Avalancha de retransmisiones deportivas durante el fin de semana

La tarde de hoy, sábado, tendrá tintes de sesión continua no mejorados ni en los 1 de mayo más tensos del régimen anterior. Entonces, el pan y fútbol, el pan y toros, el Madrid o El Cordobés, eran la alternativa al no pasa nada vertical. Incluso se echaba mano del Gibraltar español. Ahora ya no hace falta, aunque el deporte rara vez destaca en las pantallas por su propio valor. El problema es que muy lentamente se empieza a valorar. Lo valora más la propia inercia del interés general, cosa que no debería ocurrir (ni ocurre en países a los que debe mirar RTVE) con un trabajo serio de programación en casa.En esta ocasión, sin embargo, no hay caso. Lo pide todo el, mundo. Ni siquiera existe la disculpa, tantas veces esgrimida, con una visión patriotera, en del interés del acontecimiento, de que no juegan españoles. Esta noche estarán los dos, Barcelona y Real Madrid, en la final de Copa de Zaragoza (22.15 horas, primera cadena). El fútbol no ha tenido más remedio que claudicar y cambiar su horario ante la final del Campeonato de Europa de baloncesto, España-Italia, en Nantes (20.30, primera cadena). Ha sido una magnífica y significativa cura de humildad, como el fracaso de la Copa de la Liga. No se puede exprimir lo que ya no tiene jugo ni despreciar como antes al resto. El buen sentido para evitar la primitiva coincidencia de horarios (la final de Copa se iba a iniciar a las 20 horas) se impuso. Pese al trastorno para la Prensa escrita de las horas nocturnas, prevaleció para atrasar el fútbol el calor, el mayor peligro de una prórroga y el perjuicio a bastantes aficionados que no podrían haber llegado a la capital zaragozana a tiempo.

Previamente, en la misma tarde de hoy sábado, desde París, se podrá ver la final femenina del Torneo de Roland Garros de tenis, entre la ya clásica Chris Evert y la yugoslava Mima Jausovec, buena especialista en tierra batida (16 horas, segunda cadena). A continuación, o a la vez, más bien, el partido de ¡da de semifinales de la Recopa europea de hockey sobre patines entre el Liceo de La Coruña y el Oporto, un choque clásico de rivalidad, aunque no catalana-portuguesa, sino galaica-portuguesa, por la irrupción de un campeón inédito en la escena del stick y las ruedas.

Mañana, aparte del programa matinal Tiempo y Marca, en el que, por una vez, cabrá el piragüismo, pese a ser uno de los pocos deportes que ha dado medallas olímpicas a este país, y del Estudio Estadio de por la noche, habrá una conexión con Detroit para dar la salida del Gran Premio de Fórmula 1 (bien tratado ya), y, se podrá ver, sobre todo, la final masculina de Roland Garros (15 horas, segunda cadena). El detalle, en este último caso, ha sido que se ofrece el encuentro pese a que Higueras no ha podido llegar a él.

La lástima de estos días en RTVE (siempre hay algo de qué lamentarse, aún) ha sido que tras la exhibición (de imágenes) de la Vuelta a España, se ha olvidado el Giro. Sólo los eternos minutos de recurso en los telediarios. Y también había españoles.