Los envíos de paquetes de comida a reclusos, limitados a dos por mes

Los reclusos de las principales cárceles españolas verán limitado el número de paquetes que pueden recibir del exterior, cuya inspección sólo podrá ser realizada por funcionarios a fin de evitar en lo posible la introducción de drogas y armas cortantes al interior de las prisiones, según acordaron la semana pasada los directores de siete penitenciarias en una reunión celebrada en Madrid que presidió Juan José Martínez Zato, director general de Instituciones Penitenciarias.

Además de limitar la entrada de paquetes de comida para los reclusos a lo estrictamente reglamentario (dos paquetes por mes y por recluso e inspeccionados por funcionarios), se acordó solicitar a las fuerzas de seguridad que establezcan patrullas móviles de vigilancia en el exterior de las cárceles, especialmente en aquellas que están situadas en cascos urbanos, con el fin de impedir los lanzamientos desde fuera, sistema de uso corriente para la introducción de drogas y armas en las penitenciarías. Los directores de las prisiones consideran que la mayor parte de la droga y también los objetos ofensivos, entran en los paquetes que llegan periódicamente a los internos, lo que juzgan que ocurre, especialmente, en aquellos centros donde, como en Carabanchel o la Modelo de Barcelona, la inspección de envíos es realizada por reclusos, aunque vigilados por funcionarios. La reducción en el número de paquetes, facilitará que la tarea de inspección pueda ser asumida por los funcionarios.

Según fuentes del Ministerio de Justicia, la reducción de los paquetes de comida ha sido posible ahora gracias a la mejoría introducida en en la calidad de las comidas de las prisiones, cuya asignación diaria se aumentó el pasado 15 de mayo. También se ha dado orden a los economatos de las penitenciarías para que estén bien provistos de productos alimenticios, con precios nunca superiores a los vigentes en el exterior, para su adquisición por los reclusos.