Reactivación económica, desempleo, tipos de interés y comercio, temas de la 'cumbre' de Williamsburg
A cuatro días de la reunión de los jefes de Estado o de Gobierno de las siete primeras potencias económicas occidentales en la histórica localidad norteamericana de Williamsburg (Virginia), el presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, vive la presión de sus principales consejeros que le documentan e informan de los temas que se discutirán en la cumbre. La reactivación económica, la lucha contra el desempleo, la política monetaria y los asuntos comerciales, serán los principales asuntos, sin marginar los de tipo más político, como las relaciones globales Este-Oeste, Oriente Medio, Centroamérica y Alianza Atlántica.
"El foco de esta reunión es esencialmente económico", dijo el secretario de Estado George Shultz. Pero no excluyó que otros aspectos de orden político sean debatidos entre los jefes de Estado o de Gobierno de Estados Unidos, Canadá, República Federal de Alemania, Francia, Italia, Reino Unido, Japón y el presidente de las Comunidades Europeas.En lo económico la gran disputa versará, como en anteriores cumbres (Versalles en 1982 y Otawa en 1981) sobre la estrategia monetaria de Estados Unidos, centrada en una política de altos tipos de interés bancario como arma para combatir la inflación. Política monetarista, cuyo principal artífice ha sido el secretario de la Reserva Federal, Paul Volcker, que está dando buenos resultados como demuestran los indicadores económicos en Estados Unidos que apuntan hacia la reactivación económica.
Sin embargo, los europeos opinan que los tipos de interés norteamericanos siguen siendo excesivamente altos (la Reserva Federal los bajará posiblemente al 8,5% antes de la cumbre) y que perjudican a las economías de Europa occidental. Se quejan también los europeos de la práctica de flotación monetaria que da una singular preponderancia al dólar.
A pesar de ello, Washington no parece dispuesto a cambiar de rumbo en las próximas reuniones de Williamsburg. "Sería prematuro", dijo el secretario norteamericano del Tesoro, Donald Regan, "organizar una reunión monetaria al estilo de Bretton Woods", reunión que hace unas semanas sugirió el presidente de Francia François Mitterrand.
No habrá resultados espectaculares
Para la Administración Reagan, la cumbre de Williamsburg llega en un momento de recuperación de la economía de Estados Unidos. Un fenómeno que centra la atención del resto de países industrializados, con la esperanza de que la animación de la economía en Estados Unidos arrastre a las demás naciones del sistema capitalista desarrollado. "La recuperación debe realizarse en términos de estabilidad", advirtió Ronald Regan, "sin que genere tensiones inflacionistas".En definitiva, Williamsburg será un recordatorio de los males que afectan las interrelaciones, principalmente las de caracter económico entre las potencias económicas occidentales, sin resultados concretos ni espectaculares.
Durante las sesiones de trabajo se intentará salvar la polémica creada en torno al comercio con los países del Este, que el presidente Reagan quiere limitar, pidiendo a los europeos y japoneses que moderen sus ventas de productos estratégicos al Este, mientras Estados Unidos se prepara para reanvidar las ventas masivas de cereales a la Unión Soviética.
"Tendremos oportunidad de hablar de estrategias comunes", comentó el secretario norteamericano de Estado, George Shultz, sin entrar en el litigio que puede surgir en Williamsburg entre los líderes de Europa occidental, Canadá y Japón y un presidente Reagan cada vez más consolidado, gracias a las buenas noticias para la economía norteamericana, a nivel de política interior, a un año y medio de la elección presidencial.
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