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GP de España de Motociclismo

Una moto de 500cc es más potente que un Fórmula 1

Una moto de 500cc, como las que mañana correrán en el circuito del Jarama la categoría reina del Gran Premio de España de Motocilismo, tiene una relación entre la potencia de su motor y el peso de a máquina claramente superior al de un monoplaza de Fórmula 1. La aceleración de la moto Freddie Spencer -el nuevo fenómeno del motociclismo mundial- es superior a la del Williams de Keke Rosherg -campeón del mundo de Fórmula 1 -, y la velocidad punta es casi igual en ambos casos. El balance final es favorable para las motos, especialmente en las de cilindradas inferiores.

Las diferencias entre las motos de las grandes figuras que compiten en el Campeonato del Mundo de Motociclismo son muchas. Pero, fundamentalmente, porque cada piloto adapta la máquina a sus gustos y características personales. El fisico del piloto obliga a colocar las estriberas -donde tienen que apoyar los pies- en una determinada posición, lo mismo que el manillar.Además de esto, otros órganos y elementos de la moto son adaptables al gusto del piloto que tiene que llevarla. La dureza de los amortiguadores, los compuestos de la goma de los neumáticos y las relaciones del cambio son otros de los factores modificables en las máquinas para adaptarlos a las especiales condiciones de los hombres.

Además, las motos poseen en sí mismas características diferenciales. Las respuestas de los motores son distintas según las motos. También los chasis son diferentes, y hacen que las motos se comporten de diferente manera en la pista.

El motor de una moto de 500cc tiene unos 125 caballos de potencia, mientras que el de un monoplaza convencional de Fórmula 1, que tiene 3.000 centímetros cúbicos de cilindrada, ronda los 500 caballos de potencia. Cuatro veces más potencia para el Fórmula 1 pero con un motor seis veces mayor, con lo que el saldo resulta favorable para las motos.

Pero no es en eso en lo único en lo que las motos ganan a los coches. Porque las motos de la categoría reina tienen, aproximadamente, 125 kilogramos de peso para los 125 caballos de potencia de su motor. En los Fórmula 1, en cambio, mientras la potencia es de unos 500 caballos el peso total ronda los 600 kilogramos. Es decir que, en la motos de la máxima categoría, las potencias de los motores está equiparada al peso total del vehículo, mientras que, en los máximos exponentes del automovilismo, esa potencia está claramente por debajo.

Tampoco un monoplaza de Fórmula 1 supera a una moto en prestaciones. Porque, en arrancada, la moto es más rápida, y únicamente en la velocidad punta la situación es pareja. Pero es que la velocidad punta depende más del tipo del circuito que del vehículo en sí mismo. Por lo genetal, las rectas, aún siendo largas, no lo son tanto como para conseguir que un vehículo supere los 300 kilómetros por hora. Sólo en circuitos muy especiales, como el de Le Mans -con una recta de más de siete kilómetros de longitud, en la que se alcanza casi 380 kilómetros por hora de velocidad punta-, o el de Indianápolis -que no es un circuito propiamente dicho, sino un autódromo-, los coches rebasan ampliamente ese límite.

Dentro de las velocidades punta más frecuentes, que rondan los 300 kilómietros por hora, las motos y los coches están igualados. Una moto alcanza en el Jarama unos 250 kilómetros por hora, velocidad sensiblemente igual a la de un monoplaza de Fórmula 1. Todo esto, válido para las motos de 500cc, lo es aún más para las de menores cilindradas. Las de 50cc superan ampliamente la veintena de caballos de potencia.

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