Más difícil todavía
El ciclismo moderno está montado por equipos y la etapa de ayer, por si quedaba alguna duda, lo volvió a demostrar. El Zor, el equipo más fuerte de la carrera, fue el gran triunfador. Mínguez, su director, jugó una baza inteligente para colocar a más hombres en cabeza, pues tras los sufrimientos de Alberto Fernández en los Lagos, cualquier fallo podía ser la derrota total.Sin embargo, como una espada de Damocles diaria, el otro vencedor individual, en la víspera de su teórica gran jornada, la contrarreloj en llano de Valladolid, fue Hinault. En esta ocasión, arañó 28 segundos a los de cabeza. Que Pino, un gallego de Puenteareas, digno sucesor de los legendarios hermanos Rodríguez, se pusiera de líder y le superara, no parece mayor preocupación para el calculador francés. A Lejarreta aún le queda montaña, viernes, sábado y domingo, pero el francés tiene el viento y el citado cronómetro individual, hoy y mañana. Alberto Fernández y Gorospe, sus enemigos más directos, ya están sólo a 1.24 y 1.16. Tal vez justo para 22 kilómetros.
En cualquier caso, sí fue otra señal de que el ciclismo español es ya alguien en el concierto mundial. Tras bastantes años de miseria, cinco hombres entre los seis aspirantes al triunfo en una Vuelta fulgurante y atractiva, más difícil todavía, es todo un logro.
Las figuras extranjeras no sólo han quedado sorprendidas de tanta oposición, sino que han tenido que, aliarse más que nunca para resistirla. Pero la ayuda de Saronni a Hinault, más o menos deportiva, entra dentro del juego. Hoy por ti, mañana por mí. Los españoles, por mucho que digan, también se ayudaron -como el Kelme al Zor- o se ayudarán, mientras no se lesionen sus intereses. Entonces, seguro que no. El ciclismo publicitario también es así. El de equipos nacionales quedó ya lejos.
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