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Basf Española cambió en 1982 el signo de su cuenta de resultados

La empresa química Basf Española, filial de la multinacional Basf, AG, cambió en 1982 el signo de su cuenta de resultados, al obtener 445 millones de beneficios después de impuestos, contra una pérdida de 113 millones registrada en el ejercicio anterior. La facturación global del grupo en España se incrementó en un 20%, alcanzando los 33.500 millones de pesetas.La facturación propia de Basf Española fue de 22.173 millones, un 21 % más que en 1981. Esta empresa registró un resultado de explotación negativo de 207 millones, que se convirtieron en 579 millones positivos gracias a los esfuerzos de gestión ajenos a la propia explotación, lo que, después de hacer las previsiones para impuestos, significó un resultado neto de 445 millones. Las cuentas de proveedores pasaron de 1.222 millones a menos 511 y las de acreedores oscilaron de 150 millones negativos a 511 millones de pesetas positivos.

El director general de la compañía, Rudolf Dietemeyer, al presentar el ejercicio en Barcelona y Madrid, indicó que la política de Basf respecto a las nuevas inversiones se condiciona al objetivo de extraer el máximo partido de sus plantas industriales en Tarragona, ya que en el campo de la petroquímica en general, y de los plásticos en particular, la situación dista mucho de ser buena".

El director de Basf expresó su satisfacción por la marcha de la fábrica de casettes de Canovelles e indicó que una de las principales orientaciones de la empresa es la profundización en el mercado de la informática.

En cuanto a los resultados de la casa matriz, Basf, AG, ésta obtuvo en 1982 275 millones de marcos netos de impuestos, y ha aprobado el reparto de 206 millones (frente a 285 millones el año anterior), lo que supone un dividendo del 10%.

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