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TVE considera 'gloriosa' la derrota en Eurovisión

Los responsables de TVE reconsiderarán la política a seguir en la presentación de canciones en sucesivos festivales de Eurovisión, pero "en ningún caso entrarán en el juego comercial que tiene este certamen". Según el director de programación de TVE, Ramón Gómez Redondo, la derrota sufrida por la canción y la representante española, Remedios Amaya, puede considerarse como gloriosa.

"Acudíamos a este festival sin hacer lo imposible por ganarlo, pero también sin hacer lo posible por perderlo, por quedarnos en último lugar", dijo Gómez Redondo. El director de programas ha manifestado que los directivos de TVE habían previsto incluso que en el hipotético caso de que España ganara el Festival la próxima edición se celebraría en las islas Canarias. Pero el propio Gómez Redondo ha puesto en duda que las próximas ediciones vayan a tener la misma orientación, "porque es un festival desprestigiado y los países miembros de Eurovisión se están planteando muy seriamente el cambiarlo incluso el eliminarlo".Para Gómez Redondo el hecho de que la canción española quedara en último lugar junto a la turca, sin votos, "no es una tragedia, incluso se puede considerar como una derrota gloriosa, ya que nuestra presencia en el festival era una forma distinta de estar, incluso era un juego irónico. Nosotros fuimos con nuestras propias señas de identidad, cosa que ningún otro país lo hizo, y así nos fue. El resultado no es tan importante como para escribir editoriales sobre el tema. Ganar o perder no era vital para el sistema democrático español, porque éste no necesita lavarse en el exterior como lo intentaba en otras ocasiones".

La actuación de Remedios Amaya en Eurovisión fue comentada ayer en términos positivos por el Frankfurter Allgemeine, como "la única que evidentemente no estaba dispuesta a renunciar a su autenticidad árabe-andaluza", informa José Comas.

La Prensa de la República Federal de Alemania dedicó muy poco espacio a la crítica del Festival de Eurovisión. En la sección de Cultura del Frankfurter Allgemeine, la más prestigiosa de la RFA, se comentó que "los intérpretes parecían procedentes de un mundo de los medios de comunicación, sin esquinas y sin olor propio". El crítico añade que las únicas excepciones entre las veinte naciones participantes fueron Turquía y España. La actuación del grupo turco se califica de "verdaderamente grotesto tejemanaje con el que se intentó brillar ante la cultura del oeste del Bósfaro".

La cantante descalza sevillana le parece al crítico que fue "la única que evidentemente no estaba dispuesta a renunciar a su atenticidad árabe - andaluza", pero resultó premiada con cero puntos.

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