Muere un hombre en Castellón después de provocar un incendio

Un hombre resultó muerto en Castellón el martes por la noche al precipitarse desde la terraza de un decimotercer piso tras el incendio que, según todos los indicios, provocó él mismo en un apartamento del ático del edificio número 70 de la calle de Pérez Galdós. La Policía Judicial no ha podido identificar todavía el cadáver ni determinar la causa de los hechos, aunque se especula con la posibilidad de que el incendio se produjera tras rociar el apartamento con gasolina.Los hechos acontecieron algo más tarde de las 22 horas, momento en que diversos vecinos del edificio llamaron a la Policía Municipal y a los bomberos señalando que había fuego en uno de los pisos del edificio. Rápidamente se personó una patrulla de seguridad ciudadana y el retén de guardia del Cuerpo de Bomberos.

Precisamente fue un miembro de este cuerpo el que descubrió en la calle trasera del edificio el cuerpo agonizante de un hombre que presentaba múltiples traumatismos en todo el cuerpo y diversas quemaduras. Inmediatamente, una patrulla de la Policía Nacional trasladó a la víctima hasta el Hospital Provincial, donde ingresó ya cadáver.

Según ha podido saber EL PAÍS de fuentes policiales, un testigo que pasaba por la calle oyó cómo una persona gritaba "fuego" y se colgaba después de la barandilla de la terraza del apartamento, cayendo posteriormente a la calle.

Mientras tanto, los vecinos del edificio, muchos de ellos en bata de dormir, debido a lo avanzado de la hora, salieron a la calle, pues el incendio se extendía por toda la finca. La rápida intervención de los bomberos impidió que el fuego alcanzara otras viviendas, aunque no se pudo impedir que el apartamento del piso decimotercero resultara totalmente calcinado.

Los vecinos mostraron su extrañeza y perplejidad sobre el hecho, ya que no comprendían las causas del mismo, que todavía no se han esclarecido. En un principio se pensó en la posibilidad de una explosión de gas, posibilidad que quedó descartada al observar los bomberos que no había restos de bombonas y que todos los aparatos de la casa funcionaban con electricidad. Lo más probable es que el incendio se debiera a haberse rociado con gasolina o algún producto semejante, pues tanto en el edificio como en las ropas de la víctima se podía apreciar ese olor.

Según atestimonio de los vecinos, la víctima pudo descender hasta el apartamento desde la azotea del edificio, ya qye algunos de ellos vieron la cuerda que pendía desde allí.

La Policía Judicial, según informó a EL PAÍS, no ha podido idenbtificar todavía el cuerpo de la víctima, que carecía de documentación. Las pruebvas necrodactilares se han mandadoa Madrid para realizar las investigaciones pertinentes, y los resultados pueden tardar dos o tres días. La víctima debía tener unos 40 años, medía 1,60 metros, era de complexión delgada y moreno.