_
_
_
_

Problemas en el proyecto olímpico de Sarajevo-84

Los Juegos Olímpicos de Invierno de Sarajevo-84 parecían no plantear problemas, pero la situación se ha complicado. De un lado, por la crítica de los lobbies internacionales del esquí y de otro, por las rivalidades existentes entre las seis Repúblicas que forman la Federación yugoslava, unido todo ello a ciertas deficiencias presentes todavía en la etapa de rodaje de pistas e instalaciones.

Hace sólo unos meses, Juan Antonio Samaranch, presidente del Comité Olímpico Internacional, declaraba respecto a los Juegos Olímpicos de Invierno de Sarajevo-84 que "no tenemos problema alguno con la sede Sarajevo y creo que sus Juegos de Invierno serán los mejores de la historia". Pero los problemas están convirtiendo el proyecto olímpico en uno de los más polémicos.Las capitales del esquí, como la austríaca Innsbruck, ven en Sarajevo una sede advenediza y sin tradición. Por las mismas montañas que rodean Sarajevo, por las que se deslizarán dentro de un año los mejores esquíes del mundo, solían cazar osos, antes de la Primera Guerra Mundial, los duques austríacos, señores de la zona en aquel su protectorado balcánico. El disparo terrorista que puso fin a la vida del archiduque Francisco Fernando en Sarajevo, fue la primera detonación de la gran guerra en 1914.

Se critica, por ejemplo, la pista de Bielasnica como peligrosa y con cascadas. El aeropuerto de Sarajevo suele estar cerrado bastante días al año, y la gran pista de bob ha tenido que ser retocada, al no bastar para contener la fuerza centrífuga de los deportistas más intrépidos en las curvas. La norteamericana Cindy Nelson definía su descenso por la pista de Jahorina como "repleta de sorpresas, con nieve helada al principio y blanda al final, el campeón suizo de descenso en Sapporo- 1976, Bernard Rusi, decía que "si bien son pistas que exigen técnicamente mucho y requieren todavía ajustes, hay que decir que son las pistas del futuro". La suiza María Walliser, revelación de esta temporada en la Copa del Mundo, lamentó "no haberse entrenado más" en una pista que dijo gustarle.

Pero no sólo flechas internacionales le llueven a Sarajevo. Hasta el presidente de la Liga de los comunistas de Yugoslavia Mitia Ribichich, natural de una región alpina de gran tradición, se ha referido en veladas críticas a esa gran aventura que le saldrá a la endeudada Yugoslavia por 170 millones de dólares -más de 22.000 millones de pesetas-, de los que, aun recuperando gran parte, lo restante no dejará de ser una inversión bastante molesta.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_