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Entrevista:

Alfonso del Corral: " El único que puede igualar la Liga de baloncesto es Miguel Boyer"

"Sostengo la idea de.un protagonismo del Estado para equilibrar la Liga española basándome en el precedente italiano", dice Alfonso del Corral, mientras golpea, descuidado, la escayola que le cubre la pierna derecha. Una rotura de ligamento cruzado le mantiene apartado de la actividad deportiva desde hace tres semanas. "Los dos mejores norteamericanos, los dos mejores extranjeros, ficharán por el Real Madrid y el Barcelona. Y los ocho mejores nacionales, también"."Igualar la calidad de los equipos sólo puede hacerse a través de la desgravación fiscal para aquellas empresas o casas comerciales que patrocinen la cultura física y el deporte. El deporte, en general, depende de la publicidad; incluso el fútbol, donde hoy se da una política disparatada de precios de las entradas. Con la desgravación fiscal para los patrocinadores del baloncesto se conseguiría, además, una mayor estabilidad en la vida de los equipos".

Pregunta: ¿Beneficiará o perjudicará al baloncesto nacional la presencia de dos extranjeros por equipo la próxima Liga?

Respuesta: La decisión de la Asociación de Clubes es peligrosa en sí misma. En teoría parece que los dos extranjeros pueden perjudicar el desarrollo del baloncesto nacional. Sin embargo, existen pruebas en contrario. El caso italiano es un ejemplo. La calidad es deseable siempre; esperemos, por tanto, a ver en acción a los extranjeros que fichen por equipos españoles.

P. ¿Qué opinión le merece el acuerdo de disputar la Liga el próximo año con dos grupos de ocho equipos?

R. No estoy bien informado al respecto, En principio, no comparto ese acuerdo porque creo que la Liga se va a hacer monótona y aburrida. Yo reduciría el campeonato a doce equipos, pero tampoco estoy convencido de que ésa pudiera ser la solución.

Alfonso del Corral, 1,93 metros de altura, fue un amante del fútbol, "pero un quiste en una rodilla me obligó a dejarlo. Siempre pundonoroso, mi padre se enfadaba cuando volvía a casa, tras un partido, lleno de magulladuras y rasponazos propios de los campos de tierra. Un buen día, en el colegio Maravillas, me presenté en la cancha de baloncesto. Me echaron, pero volví y comencé a entrenarme por mi cuenta. Me introduje en el equipo y el primer año jugué dos minutos".

"El segundo año yo era el clásico tarugo; defendía y reboteaba, pero no sabía qué era eso de meter canastas. Nos clasificamos para jugar la final del Campeonato de España de Juveniles contra un equipo vasco. En aquel partido me tocó enfrente un vaico bajíto, que me volvió loco. Me di cuenta que me fallaba la base física y comencé a prepararme en ese aspecto. Me llamaron de todo, hereje, tarugo y un largo etcétera de epítetos. Hoy sigo pensando que los norteamericanos nos aventajan porque son superiores físicamente".

"Podemos gananr a todos"

P. ¿Fue el cuarto puesto en el Campeonato Mundial de Cali, Colombia, disputado hace medio año, una carambola?R. Yo no creo en las limitaciones del hombre ni que las trabas sean insalvables. Lo que una mente se proponga se puede alcanzar, tanto individualmente como en ,grupo. Despreciar a un equipo es un atrevimiento que me parece de tontos. Pero tampoco hay que acomplejarse; nosotros podemos ganar a todos, al menos lo debemos intentar. En buena lógica, hay equipos superiores al nuestro, pero existe una realidad innegable y es que estamos entre los cuatro mejores equipos de Europa.

P. En Cali, el seleccionador, Díaz Miguel, consiguió un gran equipo. ¿Está asegurada la continuidad del mismo a largo plazo?

R. No tenemos demasiada bast para nutrir a la selección española, pero sí existe una elite, una minielite si quiere, que progresa y está entre las mejores del mundo.

Alfonso del Corral piensa que en España no existen prospecciones serias para hallar jugadores con futuro que mantengan alto el pabellón del baloncesto nacional. "El deporte hay que meterlo por los ojos desde la infancia". Y para ello se tendría que cuadruplicar en cantidad y calidad el número de profesores del INEF, quienes, afortunadamente, están alejados del concepto que primó en España durante muchos años: la educación física como disciplina que superar para pasar al curso siguiente. Algo, en resumen, aburrido, monótono y crispante.

Del equipo del colegio Maravillas Alfonso del Corral pasó al Vallehermoso, al Castilla y al Tempus, un equipo éste patrocinado durante dos años por una compañía de seguros. En el Estudiantes jugó una temporada y se enroló después en el OAR. Aprobó una oposición para el Hospital de Madrid y desde hace un año juega en el Inmobanco.

Tiene una idea fija en su cabeza: la carrera de Medicina. Dentro de tres años podría ser cirujano ortopédico y traumatólogo. Eso es lo que más le interesa.

El baloncesto está en segundo plano en su escala de prioridades. Fue internacional B y sub-23, y en tres oportunidades estuvo preseleccionado con la selección A. Las tres veces fue descartado. "No quiero creer que haya política o intereses creados en el basket. Pero sí es cierto que los veinticuatro mejores están en el Real Madrid o Barcelona".

Alfonso del Corral se define como fiel a la "línea Brabender, salir a morir frente a cualquiera", a quien tiene por un modelo de jugador profesional, y asegura que el baloncesto es un juego de "autocontrol. Te empujan, te pegan, te pitan a ti la personal y cuando tu instinto te lleva a darle un guantazo a alguien te ves obligado a levantar el brazo y declarar públicamente tu culpa".

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