Guerra de posiciones

Mientras la izquierda dispone ya de candidatos para la alcaldía de Madrid (Enrique Tierno repetirá por el PSOE y Adolfo Pastor salta a la arena por el PCE), en torno a la coalición AP-PDP y a los restos del naufragio centrista se ha desencadenado una verdadera tormenta de especulaciones, soplos, indirectas, declaraciones que quieren decir justo lo contrario de lo que significan y hasta leves puntapiés por debajo de la mesa. Estas cosas parecen traducir, además de un considerable desconcierto en las filas del bloque conservador, los intereses particulares de cada uno de los sectores que lo componen o aspiran a encontrar allí un hueco.Casi todos los rumores y las llamadas telefónicas a las agencias informativas en torno al candidato de la derecha aluden, de una forma u otra, a José María Alvarez del Manzano, portavoz del grupo opositor en el Ayuntamiento de Madrid. Alvarez del Manzano, con un pie en UCD y otro en la coalición conservadora -donde buscaría acomodo preferentemente a través del PDP- se entrevistó el martes con Fraga y, además de escuchar la consabida admonición sobre la mayoría natural, disfrutó la oportunidad de constatar "gran número de elementos coincidentes y algunas diferencias, en ciertos casos limitadas a cuestiones de terminología", según sus propias manifestaciones.

Parece que Alvarez del Manzano desea encabezar la lista común de la derecha. Y que tiene interés en hacerlo como independiente. El PDP acepta la idea con entusiasmo porque guarda la esperanza de que, una vez alcanzada la alcaldía, el independiente se decida a recorrer el breve camino que le separa de sus antiguos hermanos separados de UCD. Pero en AP el plan no consigue tanta aceptación. La ejecutiva provincial del partido quiere a toda costa que sea uno de sus afiliados quien ocupe el lugar preferente, aunque existe un obstáculo. No se perfila ningún adecuado candidato a la candidatura.

La última propuesta aliancista más parece destinada a reforzar momentáneamente un frente desasistido, ante al apoyo brindado por el PDP a Alvarez del Manzano, que a convertirse en solución consistente. Se trata de consagrar a Jorge Verstrynge, secretario general de AP, como aspirante a la alcaldía, seguido en la papeleta de voto por Alvarez del Manzano.

Empujar a Verstrynge

Verstryntige, diputado por Sevilla, corre el riesgo de poner en juego su valiosa posición de segundo de Fraga en el partido a cambio de una modesta banqueta de concejal si la coalición conservadora no logra batir a Tierno. Hay manos amigas dispuestas a empujarle, ahora que Alianza Popular ha terminado la travesía del desierto. La secretaría resulta apetecible y este tipo de responsabilidades les encajan como anillo al dedo a los políticos leoneses, como ha demostrado Rodolfo Martín Villa.Queda, por último, la posición de UCD, partido cuyo carné lleva todavía en algún bolsillo Alvarez del Manzano. Nadie en la fuerza política antiguamente gobernante se hace ya la más raquítica ilusión. Miguel Domenech, secretario general de la UCD madrileña, ha salido a la plaza pública para pedir árnica. Dice que los centristas son conscientes de su posición, pero que la coalición AP-PDP ("la derecha moderna") debería valorar la experiencia municipal de sus hombres, por lo menos de algunos. Llegados a este punto, "lo importante no son ya las siglas" y a la candidatura común -Domenech está seguro- los ucedistas concurrirán "como independientes o con las siglas que fueren".

Sobre este particular, en los despachos de Alianza Popular callan. Sentados a la puerta de la tienda, contemplan el interminable desfile del cadáver enemigo. No han olvidado aquello de la "derecha dura", junto al donut centrista, en los anuncios desde los que un político se ofrecía para gobernar y resolver todos los problemas presentándose al respetable de brazos cruzados. Para qué llegar a una coalición con UCD, se preguntan los hombres de Fraga, "cuando se está produciendo la integración pura y simple de los órganos centristas madrileños en la coalición".