La Sociedad de Fomento votó por el cambio
La Asamblea General de la Sociedad de Fomento acordó ayer en su reunión anual, que se celebró en el Hipódromo de la Zarzuela, modificar sus estatutos, redactados hace aproximadamente cincuenta años, con la intención de democratizar al máximo sus estructuras. A la asamblea asistieron alrededor de 100 socios que en repetidas ocasiones protestaron por la mala gestión de los actuales directivos hípicos.
La reunión de ayer de los socios de la Sociedad de Fomento fue la más importante de las celebradas en los últimos años. Los dos puntos del día, exposición de la situación actual por parte del presidente y el debate sobre la modificación de los estatutos, levantaron un gran interés entre los asambleístas, que dieron a la sesión un carácter muy crítico y que en ocasiones degeneró en debates políticos.
Postura inmovilista
El sector más conservador dentro de la Sociedad de Fomento defendió a ultranza una postura inmovilista y opuesta al cambio Manuel Beamonte, hijo de Ramón Beamonte, hombre muy ligado al anterior jefe de Estado, protestó a la hora de las votaciones y sostuvo enérgicamente su teoría de que un hombre no era un voto y que el sufragio debía de ser en algunos casos tan sólo privilegio de unos pocos. Fernando Lazcano, el que fuera campeón de España de saltos de obstáculos, corroboró este tipo de afirmaciones y advirtió a la asamblea de que no se debía de caer en demagogias del cambio que tanto se estaban dando en la vida política de nuestro país y a las que él se oponía. El marqués de la Florida, presidente de la Hermandad Nacional del Alféreces Provisionales, mantuvo a lo largo de su intervención que la Sociedad de Fomento debía de seguir dependiendo de la clase militar y, en concreto, de Jefatura de Cría Caballar.El marqués de la Florida fue contestado por el general Urbano, que le indicó que los estatutos de la Sociedad eran anticonstitucionales. Según él había que adecuarlos al momento y que Jefatura de Cría Caballar iba, muy probablemente, a desaparecer. Terminó diciéndole que había que evolucionar y no vivir en el pasado.
Íñigo Cavero, moderador
El general Urbano, que fue una de las figuras más destacadas de la asamblea, pidió formalmente una auditoría de cuentas. La mesa de la asamblea, presidida por el conde de Romariones y por Iñigo Cavero, que ha vuelto al hipódromo tras el fracaso electoral de la UCD, informó que las auditorías se habían realizado en los últimos años aunque estas no se hubieran hecho públicas.Iñigo Cavero, que en repetidas ocasiones hizo alusiones a la Constitución y a la democracia ' fue el portavoz en una gran mayoría de los casos de la Sociedad de Fomento y con su habitual mano izquierda moderó la asamblea, sacando de momentos difíciles a los directivos hípicos, cuando recibían duras críticas por su gestión.
Al final, la asamblea decidió el cambio por una gran mayoría. Así pues, sus estatutos se modificarán y se dará un nuevo impulso a esta sociedad. Ante el cambio, dado que varios de sus actuales dirigentes, como Gabriel Covarrubias, por ejemplo, no están de acuerdo, se esperan muchas dimisiones.
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