La estrategia de Unión de Centro Democrático conduce a un pacto poselectoral con el PSOE, según Oscar Alzaga

"Unión de Centro Democrático ha elegido una estrategia que conduce a un pacto poselectoral con el PSOE", afirmó ayer Oscar Alzaga, que hoy será proclamado presidente del Partido Demócrata Popular, en la inauguración del congreso constituyente de este partido, coaligado con Alianza Popular para las elecciones generales del 28 de octubre.

Alzaga dirigió un constante ataque a UCD y al Gobierno actual, ante la perceptible incomodidad de algún destacado representante de ese Gobierno hasta hace pocas semanas, como el ex ministro de Agricultura, José Luis Alvarez, hoy militante del PDP y aspirante a la secretaría general de este partido.Sin embargo, la elección de los órganos dirigentes, que se producirá hoy, consagrará probablemente como secretario general al ex ministro de Suárez, José Manuel Otero Novas. A este respecto, el propio Alzaga insistió ante los representantes de los medios informativos que no existe pugna entre Otero y Alvarez por ocupar el puesto. Otero llegó a afirmar que él había pedido a Alvarez que se presentase como candidato. El rechazo de un cierto sector del PDP hacia la tardía incorporación del ex ministro de Agricultura hará, no obstante, que sus posibilidades sean prácticamente nulas, en el caso de que su candidatura se mantenga.

En su discurso inaugural del congreso, Alzaga llegó a decir que "no hay mayor riesgo para el DC-10 nacional que el que la tripulación sea la comisión ejecutiva de UCD". Tampoco el PSOE se libró de los dardos de Alzaga, quien dijo que la promesa de crear 800.000 nuevos puestos de trabajo esconde el hecho de que, durante el mandato socialista, pueden producirse 600.000 parados más de los que actualmente existen. El tema del aborto y la situación de los gobiernos socialistas en Francia y Alemania tampoco fueron olvidados por Alzaga.

El máximo dirigente del PDP comenzó su intervención ante los 1.200 delegados asistentes al congreso diciendo que nuestra democracia padece una enfermedad que cuando menos es triple: la debilidad de la acción del Gobierno, la crisis del sistema de partidos políticos y, como corolario de lo anterior, la crisis de ilusión que sufre el pueblo. Pidió la renovación de la clase dirigente, por medio de la jubilación de los que deben pasar a la reserva, y afirmó que el mapa político diseñado en la transición se ha quedado obsoleto, centrando este punto en la falta de identidad ideológica de UCD: "Lo que fue partido eje de nuestro sistema democrático es hoy la principal fuente de debilidad del sistema democrático español".

"UCD ha optado por ser el partido bisagra", comentó después Alzaga, en conversación con los periodistas. "En privado, ellos reconocen que su papel será moderar a un Gobierno socialista por la vía de la coalición poselectoral", agregó, convencido, al parecer, de que la vía escogida por Lavilla excluye el pacto de UCD con la coalición AP-PDP. "Pero un sector de UCD, no el dirigente, afirma que, si se da la coalición poselectoral con los socialistas, ellos abandonarán el partido", agregó Alzaga.

Los 'incidentes' de las listas

Sin emplear términos excesivamente entusiastas, explicó la coalición con Alianza Popular en función de la necesidad de derrotar al Partido Socialista y, una vez más, arremetió contra UCD, que, "al negarse a entrar en una gran coalición, facilita la victoria socialista y se coloca a su vera para disfrutar un puesto al sol de un hipotético Gobierno del PSOE". El CDS de Adolfo Suárez aspira al mismo futuro, dijo después.Pasó sobre ascuas, sobre los ciertos incidentes" surgidos a la hora de presentar las listas electorales AP-PDP y en ningún momento explicó las razones que le llevaron, primero, a amenazar con retirar su candidatura en el sexto puesto de la lista por Madrid y, después, a volverse atrás de esta amenaza. Tan solo, en conferencia de prensa posterior, aseguró que "no ha habido un cruce de contraprestaciones" en las negociaciones de comienzos de estasemana, que le llevaron a mantenerse en la carrera electoral.

Insistió en que "hay matices y diferencias de tono respecto de AP", aunque no quiso especificar cuáles serían tales matices. Dirigentes del partido reconocieron, en privado, que Alianza Popular había accedido a eliminar de su programa puntos como la reforma de ciertos aspectos de la Constitución, para facilitar la coalición.

En todo caso, aseguró, no ha habido contestación interna en el PDP ante el pacto con Fraga. Este acuerdo, que se prevé durante toda la legislatura, incluye la presentación de listas conjuntas en las elecciones municipales y regionales, y la creación por el PDP de un subgrupo parlamentario -que, dada la menguada presencia de los alzaguistas en las listas conjuntas, será necesariamente reducido.