Botín de cien millones de pesetas en un atraco a una central bancaria de Valencia

Cien millones de pesetas es el botín de un atraco perpetrado contra la sede central del Banco Hispano Americano, de Valencia, durante la madrugada del domingo último. Las características de la minuciosa faena realizada por los ladrones y la familiaridad con que trataron al vigilante jurado y localizaron vías de acceso a la caja fuerte hacen pensar que los autores del robo conocían el interior del edificio. Para llegar al dinero, los atracadores, tras encañonar y maniatar al vigilante nocturno, forzaron seis puertas blindadas por medio de soplete y soldadura autógena.

El robo se debió iniciar al filo de la medianoche del sábado, cuando tres miembros de la banda forzaron el portal del número 13 de la calle de Correos, en el mismo centro de la ciudad, para desde su terraza entrar en el banco por su última planta. El inmueble estaba prácticamente desocupado a esa hora, ya que a excepción de un piso donde viven unos ancianos, el resto del edificio está ocupado por despachos. Los ladrones inutilizaron la luz de la escalera y forzaron la puerta de la terraza, cuyo candado hicieron saltar. Para acceder al banco se hicieron valer de una rudimentaria escalera de madera que habitualmente utilizan los mecánicos del ascensor del inmueble. Una hija de los porteros, que dormía junto a la terraza no advirtió ruidos extraños, como tampoco los vecinos.Mientras dos miembros de la banda permanecían en la calle, los otros tres se deslizaron hasta el quinto piso del banco, cuyo edificio tiene su entrada principal por el número 8 de la calle de Barcas y el acceso al garaje por la calle de Pascual y Genis.

A excepción de la vivienda referida, el resto de edificios colindantes son también entidades bancarias (Banco de España y Banco de la Exportación).

Maniataron al vigilante

Una vez dentro M edificio, encañonaron y* maniataron al único vigilante jurado que se encontraba de ronda y al que Hamaron por su nombre, según información facilitada por el director del banco, José Gormaz. Los turnos de vigilancia son de seis horas, por lo que los ladrones realizaron todo su trabajo en el margen de tiempo de un solo turno. Se calcula que emplearon alrededor de cinco horas y media para perpetrar el robo. El vigilante del relevo de las seis de la mañana fue la primera persona que advirtió el robo.

El funcionamiento del sistema de alarma y de seguridad así como del acceso al garaje, donde los atracadores hicieron entrar un coche con el que posteriormente emprendieron la huída, fue dado a conocer por el vigilante jurado a punta de pistola. Seis puertas blindadas fueron perforadas con ayuda de soplete y soldadura autógena, hasta que los ladrones dieron con la caja fuerte de la entidad, donde estaba depositado un efectivo de cien millones de pesetas. Las cajas de seguridad con depósitos directos de los clientes quedaron, sin embargo, intactas.

Una vez concluído el robo, los delincuentes salieron en su coche desde el garaje, cuya puerta habían conseguido abrir desde el interior horas antes por las indicaciones del vigilante jurado. El Banco Hispano Americano se encuentra en el mismo centro de la ciudad. Los ladrones, pese a ello, consiguieron huir sin despertar sospecha alguna.

Valencia viene siendo en los años últimos una de las ciudades de actuación de la delincuencia internacional para perpetrar robos en entidades bancarias y joyerías. Precisamente hace diez días varios individuos atracaron un almacén de joyería en el centro de la ciudad. El valor del botín fue estimado en más de ochenta millones de pesetas.

La policía investiga la posible connivencia dé alguno de los empleados de la entidad con los atracadores, a la vista de la facilidad con que ellos se movieron en el interior de la misma.